Camino a la utopía

El debate está en la calle

En algunas ciudades de nuestra geografía, después de producirse fuertes lluvias o inundaciones, se colocan unas marcas visibles en las paredes, indicando hasta dónde llegó la riada. Creo que en estos momentos se deberían colocar unas marcas similares, para mostrar hasta dónde llega la riada de porquería que inunda la vida política y social de este país. Se mire hacia donde se mire, se corre el riesgo de que una lluvia de excrementos te caiga encima. La corrupción campa por sus respetos, infiltrada en todos los estamentos de los distintos poderes. Pero no por eso ellos dejan de tirar la primera piedra. Cada cual se ve a sí mismo libre de culpa y ahí están todos arrojando pedruscos a los demás. Pedruscos que, al fin y a la postre, terminan siempre sobre nuestras cabezas.

Y con este panorama, moralmente tan alentador, se ha celebrado el debate sobre el estado de la nación. Ahí queda eso. Todos los actores acudieron a la cita con sus mejores galas, con sus papeles debajo del brazo, con su lección bien aprendida, dispuestos a sonreír o a mostrar enfado ante las cámaras, según las exigencias del guión, ofreciendo siempre su mejor perfil, cada uno con sus adeptos, aplaudiendo a sus líderes, y voceando a los contrarios. Reestreno de una representación teatral que se revive cada año, como si fuera la primera vez. Y luego está el debate del debate, no menos patético: ¿quién ha ganado? Obvio, todo previsible: Rajoy para los suyos, Rubalcaba para los propios. ¿Y los demás? ¿Qué demás?... Ah, pero ¿hay otros?... Pues lo mismo, igual de previsible: las mismas frases hechas.

No sé quién habrá ganado. Pero puedo decirles quiénes han perdido: los de siempre. ¡Señores, el debate sobre el estado de la nación, está en la calle! La realidad de lo que ocurre en este país no está representada en el Parlamento, o en sede parlamentaria, como dicen ahora los periodistas que informan sobre política, para darle más trascendencia al sainete. El debate no se asienta sobre la moqueta del Congreso, ni está en los despachos, sino en el asfalto. En el salón de los pasos perdidos -de referencia masónica, por cierto- los diputados deambulan más perdidos que nunca, mirándose de reojo unos a otros, por si acaso los están espiando los rivales políticos… o incluso los suyos. Que de todo hay en este juego de espías, que acaba de saltar a la palestra, pero que es antiguo y se lleva muchos años practicando en este país. ¡A ver si nos caemos ya de la higuera, de una puñetera vez!

Pero bueno, lo importante es que han salvado el trámite, y todos están contentos de haberse conocido y de lo bien que lo han hecho. Eso sí, mientras ellos son felices y comen perdices, hoy veremos otra vez al yerno del rey acudiendo a un juzgado. Y a la monarquía, si se me permite la metáfora, camino nuevamente del quirófano. Y a nuestro compatriota, el socialista José Bono, sentado en el consejo de administración de un prestigioso bufete de abogados -¿es así como se dice?- rodeado de otros ex presidentes: Iberia, Campsa, junto al exministro del PP, Josep Piqué… Todos ellos unidos por un mismo afán de servicio a la comunidad, habiendo superado ya sus diferencias políticas. ¡Qué bonito! Si ya lo decía antaño el propio Bono: “es más lo que nos une que lo que nos separa”. ¡Qué razón llevaba! Quién nos iba a decir, hace años, que todos ellos, ideologías aparte, tenían un denominador común: la cartera… La cartera de los ministerios que han ocupado. Y las cuentas. Las cuentas de los rosarios que han rezado. Y los paraísos… Los paraísos celestiales hacia una existencia mejor que, como buenos católicos, ya han empezado a disfrutar en esta vida. Amén.

(23 de febrero de 2013)


Habemus nuevos tiempos

La noticia de la semana, del año, del siglo, no la ha protagonizado ningún político, sino del jefe de la Iglesia católica. Me refiero a la renuncia del Papa a continuar con su pontificado, lo que para mí supone un movimiento en alza hacia su humanidad y en baja hacia su divinidad. Divinidad que, desde mi punto de vista, no es mayor ni menor que la que alberga cualquier otro ser humano. Lo primero que pensé al escuchar la noticia fue: “¡vaya, por fin dimite alguien! Después, en un análisis más profundo, esta bomba informativa me reafirmó en mis convicciones: ya no necesitamos papas, ni intermediarios que tutelen nuestra vida espiritual.

Para los amantes de los símbolos, fue especialmente significativo el rayo que el mismo día de la renuncia del Papa, cayó sobre la cúpula del Vaticano. Me recordó a la carta número 16 del Tarot de Marsella –también Benedicto lleva el número 16- en la que puede verse una torre, cuya corona hace caer un rayo llegado del cielo, obligando a sus moradores a precipitarse al vacío, cabeza abajo. Este arcano, para más inri, se denomina “La Maison Dieu” o, lo que es lo mismo: “La casa Dios”. No hace falta ser ninguna lumbrera para asociar este simbolismo a todo lo ocurrido en el seno de la Iglesia católica, a los escándalos de pederastia acumulados durante tanto tiempo, a las luchas de poder, a las oscuras finanzas. ¡Cómo ignorar todas estas sombras, que eclipsan a la luz, cuando ni siquiera el sucesor de Pedro ha tenido fuerzas para seguir rechazándolas!

Y es que los tiempos también están cambiando a marchas forzadas para la Iglesia. Aunque muchos de sus fieles quisieran ver más celeridad en el derrumbe de estas estructuras caducas que, como la carta de La Torre del Tarot, se vienen abajo sin remedio. Como tantas y tantas otras, cuyos andamiajes ya no pueden mantenerse en pie. Me pregunto para cuándo una Papisa, como se denomina la carta número 2 del Tarot, que representa a una figura femenina, con la tiara papal sobre su cabeza, que espera sentada su momento, con un libro abierto sobre sus rodillas -el libro de la vida-  al que no necesita mirar porque tiene interiorizadas todas y cada una de sus vivencias. Obviamente, no va a haber ninguna mujer sentada en el trono de Roma. Aún no. 

Quizás el rayo divino tenga que destruir por completo la cúpula del Vaticano, para que sobre las piedras y escombros de lo viejo, pueda renacer lo nuevo. Quizás entonces la palabra Roma, símbolo del poder del que tantos han abusado, pueda ponerse patas arriba y darse la vuelta- como los habitantes de La Torre- para convertirse en su anagrama, en la palabra Amor, oculta tras su auténtica naturaleza luminosa. ¿A que resulta emocionante? ¡Qué suerte tenemos de estar viviendo estos tiempos convulsos, que nos obligan a cambiar, queramos o no, y que nos abren a vivir nuevas posibilidades imposibles!

Y mientras el líder espiritual de millones de católicos renuncia a ser el representante de Dios en la tierra –ahí queda eso- en nuestro país no dimite ni Dios. Ahí siguen todos aferrados a unos privilegios que se les escurren por los dedos, enrocados en sus viejos esquemas de “y tú más”,  tratando de demostrarnos, desesperadamente, lo honrados que son. Y para ello han decidido hacer “strptease económico”, publicando sus sueldos; cosa que aún cabrea más al personal. Y lo hacen con campañas tan dudosamente ingeniosas como la que inició el PP en Twitter, que rezaba así: “que la enseñe Rubalcaba”… Rápidamente, un grito de alarma social recorrió la red. Miles de mujeres, de toda raza, edad y condición, respondieron a la provocación: “Noooo, por Dios”. Me sumo a esta súplica. ¡Tampoco es necesario que nos torturen con tanta saña!

(16 de febrero de 2013)


Empobrecimiento injusto

Como todo el mundo sabe, hay dos clases de empobrecimiento: empobrecimiento justo y empobrecimiento injusto. El pobre Urdangarín, yerno del rey, y duque de ya saben qué, se queja ante la posibilidad de sufrir el peor de todos los empobrecimientos, es decir, el injusto. Si los pobres no tienen donde caerse muertos, no pasa nada, al fin y al cabo es un empobrecimiento justo. ¿A qué puede aspirar un pobre, si no es a su pobreza? Ahora bien, otra cosa es que alguien de la nobleza, de la realeza, de la alta clase política, de la crema del empresariado, alguien con glamour, que haya decidido ejercer de corrupto, se empobrezca. ¡Eso sí es algo contra natura! ¿Habrá situación más injusta que esa? Yo creo que no.  ¿Para qué si no se va a volver alguien corrupto, si no es para hacerse rico a costa de los demás? Y si no lo logra, estamos ante una tremenda injusticia… ¡Vaya país de opereta!

Claro que con un presidente del Gobierno que ofrece ruedas de prensa a través de una pantalla, ¿qué se puede esperar? Quizás ahora, en lugar de acudir al Parlamento, Rajoy pueda realizar su intervención sobre el estado de la nación, a través de videoconferencia, sentado cómodamente en La Moncloa, fumándose un puro. ¡Ay, perdón, esto último no, porque estaría muy mal visto! No sería políticamente correcto. En este país uno puede evadir impuestos a paraísos fiscales, defraudar a Hacienda, malversar fondos públicos, robar, cualquier cosilla que tenga que ver con el enriquecimiento justo. ¡Pero fumar en público, quedaría fatal!

Y digo yo, cuándo salió Rajoy en una tele, dentro de otra tele, dirigiéndose a la nación a través de una pantalla, ¿no les recordó al gran hermano de la célebre novela de Orwell, o al malo malísimo de la peli “V de vendeta”? A mí sí, y la imagen me dio muy mala espina. Ya me parece un puro disparate que se prohíban las preguntas en las comparecencias ante la prensa de los políticos. Oye, si lo que quieren es hacer propaganda o publicidad, en lugar de dar noticias, que pongan un anuncio, y se dejen de monsergas… pero lo de la pantallita me recordó al Nodo, aunque sin música.

Lo mejor del caso es que la gente está harta de todas estas puestas en escena, y nadie se cree nada de lo que dicen. El grado de credibilidad de la llamada clase política, es cero patatero. Mucho hablar de transparencia y otras zarandajas, pero solo son palabras. ¿A mí que más me da que aprueben un código ético y que publiquen la declaración de la renta, si todo ese dinero que se llevan de tapadillo, más negro que el tizón, no figura en ninguna contabilidad oficial? Mal, muy mal anda un país cuando las noticias diarias se producen a las puertas de los juzgados, mientras las calles se llenan de parados, desahuciados, gente que no tiene asistencia sanitaria, pobres de solemnidad, estudiantes que protestan contra la reforma educativa…

Y todo ello mientras la gente guapa y rica, la del pedigree democrático, sigue campando por sus respetos, en los sillones de los consejos de administración, al frente de partidos, ministerios, comunidades autónomas, en la realeza, todo ello con un cinismo y una falta de pudor, digna de figurar en algún estudio psiquiátrico. Eso sí, los que van a tener que hacer jornadas intensivas, con fines de semana incluidos, van a ser los jueces, que no dan abasto ¡Hay que ver cómo se les está acumulando el trabajo, deben estar desbordados con tanto empobrecimiento injusto! Y eso que, entre los procesados, no están todos los que son; aunque sí son todos los que están. Claro que, luego a luego, no va a quedar ningún medio para contarlo… Pero esa es otra historia.

(9 de febrero de 2013)


 

Casting de corruptos

El paro alcanza ya casi los seis millones de desempleados… y subiendo. Dentro de nada, habrá unos cuantos más. Mientras, el circo nacional sigue sin defraudar a los espectadores. Los partidos mayoritarios, PP y PSOE, no tienen tiempo para ejercer sus funciones de gobierno y oposición, porque se pasan el día revisando papeles. Rajoy dice que van a hacer una auditoría interna y otra externa. Ya, y otra mediopensionista. Y todo ello para descubrir si Bárcenas, el que fuera su tesorero, repartía sobres con dinero negro o si su partido se financiaba ilegalmente. ¡Válgame Dios, y ellos sin enterarse de lo que pasaba en su propia sede! Deberían dimitir todos, no ya por corruptos, sino por inútiles, por no saber lo que pasaba en su casa… Aunque eso no se lo creen ni hartos de vino.

En el PSOE, que según Rubalcaba ya quedaron escarmentados con el caso Filesa, o lo que es lo mismo, la financiación ilegal de su partido, tampoco andan muy espabilados. En su Fundación Ideas –mira que llamarse así, con las pocas que tienen- el director, Carlos Mulas, pagaba tres mil pelas por artículo a una supuesta periodista que no conocía, y que luego ha resultado ser su ex mujer. Fíjate que cosas. Desde luego, lo que pasa en este país no ocurre en ningún otro sitio. Encima, la señora, no contenta con tan suculenta pasta por sus comentarios, resulta que también es escritora y ha escrito una novela con este argumento… ¡Qué historia más extraña, parece un culebrón!

Otra que no se enteraba de nada era la infanta Cristina, que ignoraba los chanchullos de Urdamgarín, y tampoco sabía que utilizaba la sociedad que compartía con ella, para defraudar a Hacienda. ¿Sabría que su marido firmaba emails como “el duque em..Palma...do. ¡Vaya familia! Y siguiendo con la familia real, ¿para qué querría el rey 72 coches oficiales? ¿No les parece un puro disparate? Nos cuentan, como un gran gesto de austeridad, que este impresionante número de vehículos ha quedado reducido “solo” a 45. ¡Alucinante! Ya se pueden imaginar quiénes somos los mantenedores de ese numeroso y lujoso parque móvil. Francamente, no sé para que quiere su majestad tanto coche, cuando lo que va a necesitar, luego a luego, es una silla de ruedas… Y es que esta obsoleta Monarquía ya no se sostiene, a pesar de todos los intentos por mantenerla.

Otra de las noticias de la semana, es que el Gobierno va a cambiar la ley para que las personas condenadas por delitos dolosos –los que se hacen a conciencia- puedan dirigir entidades bancarias. Pues claro, ¿por qué no? Yo creo que podían quitarse ya las caretas –aunque se aproxime el carnaval- y hacer las cosas abiertamente, sin tantos tapujos. Lo mejor sería convocar un casting para ver quiénes son los más corruptos, los más inútiles, y los más incompetentes, y luego ponerlos directamente en los puestos claves de la sociedad. Sí, ya sé que la cosa iba a estar muy reñida, y que iba a haber una competencia feroz. Pero cada uno tendría que demostrar sus méritos, en base a un baremo consensuado… Y una vez cubiertos los puestos claves del Estado, y las empresas más importantes, los que sobrasen podían ejercer como tesoreros en los partidos políticos, o incluso ir en las listas electorales. Así tendríamos claro en manos de quién estamos y no harían falta esas mentiras que nos cuentan a diario, como si fuéramos imbéciles.

Para completar este gran  circo nacional, se podría convocar un concurso de ideas, para fomentar el ingenio de la gente, y para la buena marcha del negocio. Yo aporto una, que leí en una publicación de humor, las únicas con futuro: Que las empresas incluyan a becarios en las cestas de Navidad de sus directivos… ¡Que no decaiga!

(26 de enero de 2013)


¿Y las personas?

El pasado domingo el diario El País resaltaba un titular, en su primera página, que decía: “El 96% de los españoles cree que la corrupción política es muy alta”. Efectivamente, no hace falta ser ningún lince, ni realizar ninguna macroencuesta para darse cuenta de esta cruda realidad. Lo que me pregunto es quiénes serán los del otro 4%, para no ver lo evidente. Sin duda estarán entre ellos los Bárcenas, urdangarines, puyoles… y todo un largo etcétera de personajes vinculados con los partidos políticos o con los distintos poderes, en general.

            Un día sí, y otro también, nos encontramos en los medios de comunicación múltiples noticias sobre la corrupción en España y vemos cómo algunos cargos públicos, de todos los colores, han utilizado la política para enriquecerse a costa de los demás. Porque esa es la otra cara de la moneda. Por cada personaje, institución pública o privada, que se ha enriquecido, hay otros muchos que pagan las consecuencias. Se nos ofrecen a diario razones económicas para justificar el desmantelamiento de la sanidad pública, el cierre de empresas, o la eliminación de determinados servicios sociales. Y yo me pregunto: ¿y las personas, se tiene en cuenta a las personas? Está claro que no.

            Mucha gente está pasando por situaciones extremas para enterarse, por las bravas, de que las personas no cuentan lo más mínimo para muchos de los que ostentan distintos poderes. Ellos solo ven números, resuelven los problemas sentados en un cómodo sillón, mientras siguen disfrutando de sus privilegios. Pero ¿por cuánto tiempo? Porque esta época que vivimos, que pide a gritos cambios reales, y no simple maquillaje, es perversa. Y el que piense que no le va tocar, se equivoca.

            Además, no son muy inteligentes a la hora de recortar gastos, porque lo están haciendo al revés. Recortan por abajo, en lugar de hacerlo por arriba. Pero claro, eso implicaría meter mano en sus propios privilegios. Solo con escasa amplitud de miras se justifican las cosas que están haciendo. Es de Perogrullo. Si se quiere mantener cualquier estructura social, política, económica o como sea, no se bombardea la base, porque lo que está abajo, sostiene lo de arriba. Pero son tan simples que creen que van a poder mantenerse en sus torres de marfil, sin una base que las sostenga. Lo que deberían hacer, si fueran mínimamente inteligentes, es reforzar justamente todo lo que se están cargando y eliminar lo que ya no sirve a la comunidad... Empezando por ellos mismos. Pero claro, eso de hacerse el harakiri debe doler mucho. Resulta más fácil sacar los higadillos a los demás.

            Pero, como todo aspecto sombrío, estas situaciones también encierran su parte luminosa; algo que cada uno tendrá que encontrar dentro de sí mismo, al margen de circunstancias externas. A nivel social, todas estas experiencias dramáticas que la gente está viviendo, tienen su contraparte: la solidaridad dormida, que ha vuelto a despertarse y la empatía con el que sufre. Frente a una decisión como la de Dolores Cospedal, de dejar a mucha gente sin urgencias médicas –decisión suspendida cautelarmente por los jueces- destaca la actitud de los alcaldes de su propio partido, que se han puesto al lado de sus vecinos, y en contra de sus dirigentes políticos. Claro que si todos hicieran lo mismo, los partidos, tal como se conocen, desaparecerían… Y yo espero que eso ocurra, antes o después, como tantas otras estructuras caducas, que no tienen razón de ser en estos tiempos.

Sí, ya sé que son tiempos de crisis, es verdad, pero también de despertar capacidades dormidas, con las que tenemos la oportunidad de retomar el rumbo de nuestras vidas y de recrear un mundo en el que las personas sean lo más importante, y la vida pública esté a su servicio… Es solo cuestión de tiempo.

(19 de enero de 2013)


Dios los cría...

Dios los cría y ellos se juntan. Y los demás no entendemos los privilegios que aún siguen manteniendo los políticos, con total impunidad. Serán muy legales, pero resultan inmorales en estos tiempos convulsos que estamos viviendo, en los que hay demasiados pescadores que se aprovechan en el río revuelto. Porque está claro que, aunque en 2012 no se acabó el mundo, el nuevo año se va llevar muchas cosas por delante. Y no precisamente las que debiera, ya que la cuerda sigue rompiéndose por el lugar más débil mientras que ellos, los políticos, continúan aferrándose con uñas y dientes a sus prebendas. ¡Vaya tropa!

¿A cuento de qué tenemos que pagar 160.000 euros al año para mantener la oficina que José Bono tiene en Toledo, en la que trabajan dos secretarias y un chófer del expresidente regional? Es alucinante, de verdad. Su sucesor en la presidencia autonómica, renunció a este privilegio. Pero a lo que no ha renunciado Barreda es a las dietas que le pagan como parlamentario nacional, de más de 1.800 euros mensuales, para su alojamiento. Y eso que el último presidente socialista de Castilla-La Mancha tiene su domicilio habitual en la capital de España. Claro que no es sido el único que cobra estas dietas, teniendo su casa en Madrid.
Según la querella que ha presentado la asociación Democracia Real Ya, ante el Tribunal Supremo, son 63 los diputados que cobran estas dietas de forma indebida.

Ni que decir tiene que los hay de todos los colores. Incluyendo al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que no solo le pagamos el alojamiento en el palacio de la Moncloa, sino que el hombre también cobra su dieta correspondiente. ¡Qué fuerte! Y a la gente que está en el paro, la desahucian por no poder hacer frente a sus hipotecas. Y si no el líder de Unió, Durán Lleida quien, después de hacerse de rogar, ha declarado que, “por supuesto” no piensa dimitir. Claro, claro, por supuesto. Total, ¿qué motivo hay para hacerlo?... que ha quedado demostrado que su partido se financió ilegalmente, ¿y qué? Pues anda que si en todos los partidos que se financiasen ilegalmente, tuvieran que dimitir sus dirigentes, la clase política y sus privilegios desaparecerían en un abrir y cerrar de ojos… ¡Es mentira y me da gusto!

Pero no se preocupen, ahora llegan los mosqueteros y lo solucionan todo. ¿Que qué mosqueteros, no lo saben? Pues Bono y Zaplana –Dios los cría y ellos se juntan- que han impulsado una fundación, llamada Fundación España Constitucional, que ha nacido para defender los valores de nuestra Carta Magna. Que sí, que sí, que no es broma. Y yo me pregunto: ¿de quién van a defender la Constitución, de ellos mismos, que son los que la incumplen sistemáticamente, y se la pasan por el forro de sus bolsillos? De verdad, es que esto parece la opereta de doña Marianita de Moncloa y Alfredita de Ferraz, con sus compinches. La palabra esperpento se queda corta para el sainete permanente que representa nuestra clase política. ¡Que no decaiga!

Eso sí, en el empeño por salvaguardar la unidad y los valores patrios –España, Una, Grande y Libre- acompañan a los dos mosqueteros más de treinta ministros de los gobiernos de UCD, PSOE y PP. ¡Madre mía, qué miedo! Reunión de pastores, ovejas muertas. ¿Desde cuándo los pirómanos ejercen de apagafuegos y las zorras se ponen a cuidar a las gallinas? Solo falta que contraten a Urdangarín, para que les asesore en asuntos económicos y de evasión de impuestos, o a la Casa Real para que les proporcione una nueva imagen, a través de su página web. Luego, como colofón, Jesús Hermida puede entrevistarlos a todos… Como he dicho: Dios los cría y ellos se juntan. Y nosotros, a tragar ¡A seguir manteniéndolos!

(12 de enero de 2013)


 

El tamaño de los sueldos

El tamaño sí que importa. En estos momentos críticos para nuestra economía, importa, y mucho, el tamaño de los sueldos de nuestros políticos. Un asunto del que no les gusta hablar. Si no fuera porque no tienen más remedio que publicar sus bienes, no nos enteraríamos de lo que ganan ni de su patrimonio. Y aunque creo que en la mayoría de los casos son las posesiones las que terminan por poseernos, no por ello me he escandalizado menos al conocer los sueldos que ganó Dolores Cospedal en 2011, y que ascendieron a 158.389 euros netos. ¡Un pastón!

Con ingresos tan cuantiosos, gracias a su pluriempleo político, no me extraña que la crisis no le afecte ni fu, ni fa… Sí, sí, ya sé que, desde que es presidenta de Castilla-La Mancha, sólo percibe un sueldo único, y que sus ingresos han descendido con relación a años anteriores. También sé, que hay otros presidentes de comunidades que cobran más. ¿Y qué? Me hace mucha gracia esa manía que tiene todos los políticos de justificar lo que ellos hacen, en función de lo que hacen los demás, como si el mal de muchos les eximiera de sus propias miserias.

También desde el PSOE, hipócritamente, han puesto el grito en el cielo con relación a los sueldos de Cospedal.  Aunque, rápidamente, los populares les han recordado que el anterior presidente, José María Barreda, cobraba más que la actual presidenta y que el alcalde de Toledo y secretario regional del PSOE, Emiliano García Page, tiene un sueldo más cuantioso. Vamos, que en materia de sueldos, como en otras muchas cuestiones, lo que prima es la demagogia barata del “y tú más”… nunca mejor dicho.

Y en medio de tanta justificación, para cobrar sueldos que en muchos casos no se merecen, y tanta charlatanería, nos encontramos los mismos de siempre: los ciudadanos de a pie, los que no vamos en coche oficial, los que viajamos en turista, sin que se nos caigan los anillos, los que tenemos que hacer cola en el ambulatorio y muchos números para llegar a final de mes. Todos asistimos asombrados a este falso debate sobre nóminas inmorales y desorbitadas.

Luego están los que dicen que se han quedado sin sueldos, pero que percibirán más dinero del que ganan muchos trabajadores, aunque ahora lo llamen de otra manera. Me ha dado la risa al ver publicados los nombres de algunos diputados regionales, que han pedido la vuelta a su puesto de trabajo. ¡Madre mía, pero si ya no se acordarán dónde trabajaban, después de tantos años de dedicación a la política! Pues nada, tienen suerte de poder conservar aún su puesto de trabajo. Bienvenidos al mundo real.

Y hablando del mundo real, supongo que habrán visto la entrevista que Jesús Hermida hizo al Rey, con la excusa de su cumpleaños. No puedo hablar de ella porque, a la hora de escribir este artículo, aún no se ha emitido. Lo que está claro es que forma parte de esa campaña de imagen para rescatar a la Monarquía del descrédito acelerado que afecta a esta institución, debido al comportamiento de algunos de sus miembros.  Hay que lavar y blanquear toda la suciedad que ha salido a la superficie, hasta que la mugre quede como los chorros del oro… Lo tienen crudo, con el yerno Urdangarín acaparando titulares, que será juzgado cuando termine la instrucción, que está durando más que las obras de El Escorial.

Puestos a elegir, me quedo con los Reyes Magos. Quizás no fueran reyes, ni magos, ni siguieran ninguna estrella, ni regalaran oro, incienso y mirra… Pero son mitos que nos conectan con el territorio de nuestra infancia, con la mirada limpia, y el retorno a la inocencia perdida, tan necesaria en estos tiempos. ¡Gracias a ellos, creemos en lo imposible!

(5 de enero de 2013)


 

El discurso del Rey

Esto se acaba. El año 2012 tiene los días contados. Lo habrán notado, entre otras cosas, porque estamos en época de discursos navideños. El que más y el que menos, tiene algo que decirnos. En realidad deberían quedarse callados y así, tal vez, podrían escuchar la voz de la calle. Pero no, ellos a los suyo. Bla, bla, bla… Entre tanto discurso no podía faltar el del Rey. Nuestro monarca no tartamudea, como el protagonista de la película que recibió varios óscar. En este caso es peor aún porque se utilizan las palabras para no decir prácticamente nada. Vaguedades a las que luego los analistas intentan sacar punta, con frases como: “aunque sin nombrarlo, el Rey se refirió a no sé qué cosa o a no sé quién”. Y digo yo, si quiere decir algo, que lo diga claramente. Si no, que se calle.

Eso sí, como la Monarquía está inmersa en un cambio de imagen a marchas forzadas, este año, en lugar de aparecer sentado tras su mesa de trabajo, el rey ha dicho su discurso apoyado en la mesa. Bueno, más bien apuntalado, diría yo. ¡Impresionante, qué gran cambio, qué estampa tan moderna! Lo demás, vaguedades. Que si reivindica una política con mayúsculas, que si hay que acabar con el desapego hacia las instituciones… En fin, toda una serie de frases hechas y lugares comunes, que el monarca va leyendo en el monitor de una pantalla, y que suenan a falsas y poco sentidas ¿Por qué necesitan tantos papeles los que ostentan el poder? Rajoy no es capaz de responder a ninguna pregunta en el Congreso, sin leer la respuesta por escrito. Si hablasen desde dentro, sinceramente, sin preocuparse de decir solo lo que es políticamente correcto, no necesitarían tanto guión escrito.

Pero claro, van buscando los titulares y la realidad se maquilla con demagogia y falsas palabras. Otro ejemplo lo tenemos en nuestra región. Se supone que los diputados autonómicos van a dejar de cobrar un sueldo fijo ¡Falso! Van a percibir retribuciones más bajas, con otro nombre, pero podrán seguir viviendo de la política. Eso sí, entiendo que pasar de un sueldo de 3.500 euros al mes, a la mitad, no les guste. Pero mira, así se equiparan con el resto de los españoles que llevan años viendo como merman sus sueldos y cómo se reduce su poder adquisitivo. Pero que los diputados de Castilla-La Mancha ya no van a cobrar es una falsedad.

Y es que, aunque la profecía maya no se ha cumplido, y no se ha producido una inversión de los polos terrestres, en estos tiempos que corren, cada vez con más frecuencia vivimos en un mundo al revés. ¿Lo dudan? Pues ahí tienen al colegio de Granada que ha pedido dinero a los aspirantes que optan a un puesto de trabajo, solo por aceptarles el curriculum ¡Qué cosas! Antes te pagaban por tu trabajo y en el futuro vas a tener que ser tú quien pague a la empresa por hacerte el gran favor y darte la oportunidad de trabajar con ellos. ¡Vaya morro!

Menos mal que esta película puede cambiar. En una nueva versión del retorno del Jedi, Baltasar Garzón ha anunciado que no descarta volver a la política, de la mano de Gaspar Llamazares, diputado de IU y dirigente de Izquierda Abierta. ¡Pues sabes que el ex juez se cubrió de gloria, en su paso por la política, como para volver! Estos de IU siempre van a la rémora del PSOE. Meter en una lista electoral a Garzón, ya se les ocurrió a Felipe González y a Bono, con nefastos resultados. Además, las viejas glorias están demodés. Su tiempo se acabó. Estos nuevos tiempos requieren de nuevas personas, nuevas formas de actuar, nuevas ideas, nuevos proyectos… y no solo cambios de maquillaje ¡No se enteran!

(29 de diciembre del 2012)


 

La teletienda de Cospedal

Si usted está leyendo este artículo, es que ayer no llegó el fin del mundo. Y si no está ya en otra dimensión, aún tiene oportunidad de que hoy le toque la lotería de Navidad. Y, lo que es más importante, todavía está a tiempo de ver en la televisión de Castilla-La Mancha el spot publicitario de nuestra presidenta, Dolores Cospedal, animándole a comprar productos alimenticios de la región.
No sé quién le habrá aconsejado a esta mujer que salga en pantalla rodeada de chorizos –con perdón- vinos, quesos, jamones, ajos, legumbres, y otros alimentos, como si de una teletienda se tratase, vendiéndonos consumo autonómico y autóctono, precisamente en unos momentos en que los ciudadanos que vivimos por estos lares, tenemos menos capacidad económica para consumir. No sé qué pensarán de la teletienda de Cospedal los que se han quedado sin paga extra, los que las pasan canutas para llegar a fin de mes, o están en paro.

Está claro que a la presidenta le gusta salir en la tele. De hecho, todos los días la tenemos en los telediarios, por unas cosas o por otras. Ahora, con este anuncio, demuestra que lo mismo sirve para un roto que para un descosío, y no me extrañaría que el año que viene la eligieran a ella para dar las uvas desde la Puerta del Sol y, al mismo tiempo, desde el campanario de algún pueblecito toledano. ¿No tendrá esta señora el don de la ubicuidad? En serio, ¿ha comprobado alguien, de forma fehaciente, que no se encuentra en dos sitios a la vez? Yo empiezo a tener mis dudas. Quizás también podría anunciar las rebajas de algún centro comercial y salir en la próxima película de Almodóvar… Por aquello de que el cineasta  nació en esta tierra manchega.

En fin, que no sé por qué un cargo público tiene que hacer publicidad, aunque sea para promocionar nuestros productos. Y es que últimamente hay mucha gente que confunde las cosas de forma alarmante y peligrosa. Que hay una matanza de niños en un colegio de EE UU, pues en lugar de poner freno a la venta de armas, el personal compra todavía más. Me pareció muy acertada y demoledora la viñeta de El Roto, en la que se veía una percha en una guardería, de la que colgaban armas de fuego en lugar de los babis escolares. ¿Y qué me dicen de las “mochilas antibalas” para niños pequeños? ¿No nos habremos vuelto locos?

Claro que tampoco hay que irse tan lejos para comprobar lo confundidos que están algunos. Como el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, quien considera que viajar en el AVE, en clase turista, “no da buena imagen”. Y lo dice alguien que gana un sueldo de 130.000 euros anuales ¡Válgame Dios!... Lo que no da buena imagen es alguien, que ostente ese cargo, y diga esas estupideces. Y es que este señor debe confundir la velocidad con el tocino. O la dignidad con la cartera, ignorando que son dos cosas bien distintas. ¡Pobrecicos, son como los dinosaurios, están en fase de extinción y no se explican lo que está pasando!

La buena noticia es que el mundo no se ha terminado. A partir de hoy, tras el solsticio de invierno, que representa el momento del año de mayor oscuridad, comienza un nuevo ciclo vital en el que la luz empieza a ganar terreno a las tinieblas. Y no me refiero solo a la luz solar. Me refiero a esa luz, que siempre renace por estas fechas, y que no sabe de crisis, ni de economía, ni de política, ni de teletiendas, ni de tontunas. Su lenguaje es universal. Está por encima de razas, ideologías y religiones. Y nos ilumina a todos por igual ¡Sea bienvenida!

(22 de diciembre del 2012)


 

Los diputados montan el Belén

Coincidiendo con la proximidad de las fiestas navideñas, los diputados del Congreso han aprovechado para montar el Belén. Se trataba de que toda la oposición se hiciese una foto de familia, contra el decreto del Gobierno que no actualizará las pensiones en función del IPC. Pero como la familia política de este país no está bien avenida, enseguida llegaron los vetos y dos de los partidos se quedaron fuera. Como si se tratase del buey y la mula –con perdón- que Su Santidad ha quitado este año del pesebre oficial, los chicos de Amaiur y de ERC, estos últimos por solidaridad –algo habitual en estas fechas- no pudieron salir en el retrato navideño que preparaba Rubalcaba.  Y es que, hasta cuando llevan razón, son incapaces de ponerse de acuerdo, y la joroban. A todo esto, cuando quieran presentar el recurso al Constitucional, y el sacrosanto tribunal dicte sentencia, es muy posible que los pensionistas afectados hayan pasado a mejor vida. Y no por cobrar más, precisamente.

Si tenemos en cuenta el informe, “Crisis, desigualdad y pobreza”, recientemente elaborado, en colaboración con distintas organizaciones sociales, pueden pasar 25 años antes de que este país recupere el llamado estado del bienestar, que ahora ha pasado a ser del malestar ¡Pues muy largo me lo fiáis! Para entonces, todos calvos. Menos Bono, claro. También señala que en diez años la sociedad española será dual: de ricos y pobres. Hombre, no creo que haga falta esperar tanto tiempo.

Eso ya se está viendo ahora, por muchas milongas que nos cuenten sobre brotes verdes o de soja. Porque, no sé si lo habrán notado, pero el tiempo discurre mucho más rápido que antes y lo que en otros momentos hubiera tardado años en llegar, ahora lo tenemos aquí en cuatro días. Eso sí, menos mal que el Gobierno dice que va a publicar la lista de los mayores defraudadores a Hacienda, para que paguen lo que deben. Pues vale. Yo no tengo ninguna fe en la humanidad defraudadora, cuando hemos demostrado ser un país muy requetelimpio, a la hora de blanquear dinero. ¡Madre mía, como supiésemos de verdad los nombres de todos los que chanchullean para no pagar, nos quedaríamos alucinados! Pero eso no va a ocurrir, porque existe toda una ingeniería legal al servicio de que muchas ilegalidades queden ocultas.

Aunque no sé, no sé. Quizás la podredumbre termine por salir a la luz, como estamos comprobando últimamente. Y no es porque dentro de seis días, coincidiendo con el solsticio de invierno, vaya a llegar el fin del mundo que pronosticaron los Mayas. No, no es eso. Lo que sí estamos viviendo ya, como no me canso de repetir, es el final de un ciclo. Ya nada es como antes, ni volverá a serlo. Ahora toca hacer limpieza y deshacernos de lo que no nos sirve. Y no me refiero solo a la ropa de los armarios, sino a ideas, conflictos, emociones dañinas… cualquier cosa que nos mantenga atados al pasado y nos impida seguir avanzando en nuestro camino vital. Toca reiniciar nuestro disco duro interior, y que cada cual sea artífice y responsable de su propio estado de bienestar, al margen de estructuras políticas, económicas y sociales que están en ruina y en recesión, porque ya no nos sirven… ¡No me digan que no es un periodo interesante el que estamos viviendo!

Ustedes, no sé, pero yo no pienso permitir que me amargue la existencia ni la crisis, ni el Gobierno, ni la oposición, ni la madre que los parió a todos. Está claro que no puedo cambiar muchas cosas de las que ocurren, porque no dependen de mí, pero sí puedo decidir cómo vivirlas. La libertad interior es nuestro mayor tesoro… Y ni siquiera tenemos que declarar a Hacienda esta gran riqueza ¡Qué suerte!

(15 de diciembre del 2012)


 

El hortera insolvente

Me pregunto: ¿quién es tan cutre para tener un kilo de oro en su casa? Ya saben la respuesta, el expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que está en la cárcel, con sus colegas, acusados de estafa, falsedad documental, blanqueo de dinero… y todo ello mientras se declaraba insolvente, para no hacer frente a sus pagos. ¡Una joya, vamos! Una joya hortera. Porque si toda su mentira es judicial, ética y moralmente reprobable, estéticamente, eso de tener escondido un kilo de oro en casa, es de un hortera que tira de espaldas. Esta gente, cuyo auténtico rostro está saliendo ahora a la luz, se considera superior al resto de los mortales. Más listos que los demás, capaces de engañar a todo el mundo. Pero cuando se pone el foco mediático sobre ellos y derrite su máscara social, dan pena. Resultan mediocres, sin clase, hipócritas.

Como hipócrita me pareció la “celebración” de la Constitución, convertida en letra muerta. No deja de ser una metáfora que este año se haya tenido que llevar el sarao al Senado, porque el Congreso, templo de la democracia, se encuentra en obras, patas arriba y cercado por unas vallas, que lo alejan y aíslan de los ciudadanos, que somos los que pagamos el alquiler y a todos los inquilinos temporales que alberga. Eso sí, gracias a ello hemos podido verle al Senado alguna utilidad práctica. Yo sugeriría que lo alquilen para bodas, bautizos y comuniones, dado lo vistosos que quedan los festejos en sus salones.

Sin ir más lejos, el PSOE podía haberlo alquilado para el homenaje a Felipe González, que más parecía una reunión del Imserso que un acto político. Además, el ex presidente socialista anunció que iba a decir cosas muy fuertes, y lo más lejos que llegó fue a manifestar que su partido había perdido la “vocación de mayoría”. ¡Jo, qué fuerte! No sé como las teles no lo censuraron. Aún así, yo creo que se pasó; aunque Rubalcaba le pidió que no lo hiciera. En realidad, lo que el PSOE ha perdido ha sido la vocación… a secas. Andan totalmente desorientados, ya no saben ni lo que son, ni adónde van, ni de dónde vienen ¿qué vocación van a tener los pobres? Entre que los socialistas no tienen ninguna vocación y que cada vez son menos los ciudadanos que tienen vocación de votarles, se junta el hambre con las ganas de comer. Vamos, que la travesía del desierto va a ser larga y penosa.

Los que sí tienen vocación mayoritaria son los gobernantes del PP. Estos sí saben quiénes son, de dónde vienen, y a dónde van. Y si no, que se lo pregunten a los casi cinco millones de parados, a los que no tienen un techo para vivir, a los enfermos que no pueden ser debidamente atendidos a causa de los recortes, a los ancianos que han dejado de ser “dependientes”, por obra y gracia de la tijera… ¡Pero si hasta han sancionado, por manifestarse contra las tasas judiciales, a Pepe Serrano, decano de los abogados! Qué cosas ¿Dónde queda la libertad de expresión, esa que consagra la tan celebrada Constitución?

Tal y como está el patio, no es extraño que Rajoy tenga previsto hacer el balance de su primer año de Gobierno, el próximo 28 de diciembre.  En realidad, la fecha está muy bien elegida: lo que estamos viviendo parece una inocentada. O más bien una broma pesada, macabra, de mal gusto. Está claro que los inocentes somos todos nosotros. Pero mira que te digo, no existen Herodes suficientes en este país –y hay muchos- que consigan aniquilar nuestros sueños. Somos muchos los que tenemos vocación de soñadores. Y nunca ha existido nadie capaz de asesinar un sueño… Sobre todo cuando éstos tienen vocación de hacerse realidad. Como los nuestros.

(8 de diciembre del 2012)


 

Sin perdón

No sé si será la proximidad del espíritu navideño lo que ha motivado que jóvenes militantes de base del PSOE pidan perdón en un vídeo por los errores de los gobiernos de Zapatero. En principio, no tengo por qué dudar de las buenas intenciones de estos chicos, pero la educación católica de mi infancia –que ya queda muy lejana- me obliga como mucho a poner la otra mejilla, si es que aspirase yo a la santidad, cosa que no es el caso, pero no a poner continuamente el trasero. Así que, por mi parte, no hay perdón que valga. Además, eso que tanto se lleva ahora de hacer la puñeta y luego pedir perdón, me parece una auténtica falsedad, cuando no una tomadura de pelo. En política, no me creo el acto de contrición de los que piden perdón. Y, en última instancia, no son esos jóvenes del vídeo los que deben hacerlo, sino los que metieron la pata, y algunos también la mano, y esos no creo que estén por la labor.

Ahí tienen a Hernández Moltó, que se considera “víctima del apaleamiento” del PP, y culpa a otros de su desastrosa gestión en la CCM. Nada de pedir perdón por los créditos ventajosos a sus amiguetes, ni por los derroches en viajes de lujo y otras corruptelas. Tampoco han pedido perdón los incompetentes, los que se han enriquecido gracias a sus cargos públicos, los imputados por corrupción urbanística, los artífices de guerras sucias. Esos tampoco piden perdón. Todo lo contrario, mañana el PSOE tapará sus miserias con una puesta en escena para celebrar la llegada al poder de Felipe González, hace treinta años. Y yo me pregunto: ¿de verdad tienen algo que celebrar?

Mal tiene que andar un partido cuando debe retroceder 30 años para celebrar algo. Y es que claro, tal y como están las cosas, hoy tienen pocos motivos para la alegría. En las elecciones catalanas han sacado solo 20 escaños. ¡Y ellos tan contentos, porque las encuestas les daban menos todavía! Lo que no puede ocultar su imparable caída libre. En 2003 tenían 42 diputados. En 2006, bajaron a 37. En 2010, siguieron bajando hasta 28, y ahora, solo han obtenido 20. El que no se conforma es porque no quiere. Y eso que los socialistas se postularon frente al gobierno y al soberanismo de Mas, ¡que vaya batacazo se ha pegado!, pero ni por esas. Y por si fuera poco, varios de sus cargos públicos están imputados en casos de corrupción urbanística. ¡No levantan cabeza, por mucho perdón que pidan sus militantes, ni aunque proclamen santo laico a Felipe González!

En cuanto al Gobierno, cada vez nos ponen más lejos la zanahoria. Ahora ya la recuperación económica se dará en 2014. ¡Claro, es que 2013 está demasiado cerca! Pero no se engañen, cada vez estamos peor. Esto tampoco se va a arreglar en la era mariana, ni aunque abaraten más el despido, ni sigan apretándonos la soga al cuello. Deberían tirar a la basura su maravillosa reforma laboral, esa que solo produce más parados, y promover de una vez el contrato único, que reclama la OCDE, cuya modalidad de despido sea la “patada en el culo”, sin más.

Menos mal que hay otras personas que sí han entendido lo que está pasando, y ofrecen sus pisos vacíos a familias desahuciadas, o trabajadores que no se ponen en huelga para defender sus salarios o sus puestos de trabajo, sino para que la Sanidad siga siendo “universal y gratuita” y la educación sea de calidad y propicie que cada persona pueda pensar y decidir por sí misma, y para que la gente viva con dignidad, aunque no tenga mucho dinero, y para que el bienestar de unos pocos no sea a costa de todos los demás… Pues eso.

(1 de diciembre del 2012)


 

Cumpleaños infeliz

La semana nos ha traído un aniversario que pocos habrán celebrado. Me refiero al primer año de Gobierno del PP, con Mariano Rajoy al frente, que arroja muchas más sombras que luces. En lugar de cantar el “cumpleaños feliz”, la gestión de estos doce meses nos lleva a calificar el evento de cumpleaños infeliz. Al menos para una gran mayoría de ciudadanos, que han visto cómo sus esperanzas en el cambio de gobierno y de partido en el poder, se han ido al traste. Eso sí, los que no tenemos puesta nuestra fe en los políticos –en ninguno de ellos- no hemos sufrido ninguna desilusión… porque no hemos estado ilusionados.

Pero la semana ha ido mucho más allá del infeliz cumpleaños. Algunos se están adelantando a la Navidad, y están tocando la zambomba, o les falta un hervor. Dentro de la escalada de a ver quién dice la gilipollez más grande, tenemos varios candidatos. Está, por un lado, la ocurrencia del Gobierno de otorgar la residencia a los inmigrantes que compren pisos por un importe de casi 30 millones de las antiguas pesetas. ¿Y quiénes serán esos inmigrantes tan pudientes? Yo no conozco a ninguno. Como no sea alguno de los componentes de la mafia china, que tienen que poner en libertad, por un “error técnico”, no me lo explico… ¡Qué mal huele todo ese asunto! ¿Cómo va a confiar la gente en la justicia, en el Gobierno, en las instituciones, viendo cómo los delincuentes de guante blanco campan por sus respetos, y al parado que no puede hacer frente a la hipoteca se le echa a la calle?

Aunque, claro, ahí queda la propuesta del presidente de la patronal bancaria, digna de figurar en el número uno del ranking de estupideces. Según él, hay que conceder más créditos, para construir más pisos, y así se evitarán los desahucios. ¡Lo dijo, y se quedó tan pancho! O la ocurrencia del ministro de Justicia de subir las tasas judiciales, para evitar –según Gallardón- el colapso en los juzgados. Otro lumbreras. Siguiendo este razonamiento, para que los hospitales no estén llenos y las consultas médicas no estén atascadas, lo mejor es que cada persona que se ponga enferma, tenga que pagar al Gobierno un cuantioso canon por su enfermedad ¡y ya verás tú cómo dejan de ponerse malos y se acaban los problemas!... No me extraña que luego hagan una peli de vampiros, y bata todos los récords de taquilla.Si es que eso de chupar la sangre, es lo que se lleva.

Aunque, la verdad, no entiendo cómo el Gobierno, pudiendo asesorarse bien, no se asesora. Que le pregunten a Urdangarín, cómo consiguió que el banco le otorgara un préstamo de cinco millones de euros para comprar su palacete de Pedralbes, declarando unos ingresos anuales de 36.000 euros  ¡Jo, qué tío! Es como el milagro de los panes y los peces, pero en versión familia real. Y hablando de milagros, también el Papa compite esta semana en el ranking de ocurrencias. A mí, la verdad, me ha dejado hecha polvo la información teológica que el Pontífice ha hecho pública de cara a la Navidad. Ahora resulta que en el famoso portal de Belén, donde nació Jesús, no había ni buey, ni mula, ni ningún otro animal. ¡Válgame Dios! Incluso pone en cuestión la fecha del nacimiento de Jesús, que siempre nos han contado. Y la famosa estrella que condujo a los sabios de Oriente, no era de purpurina plateada, sino una Supernova. Y, por no haber, no había ni Reyes Magos... Yo para mí que el Papa se ha caído este año de la burra, y se ha enterado de que los Reyes son los padres. Quizás ya esté preparado para saber cómo llegan los niños a este mundo. ¡Jesús, qué cosas!

(24 de noviembre del 2012)


 

Políticos desahuciados

“No había ni consignas que gritar ¿Qué vas a pedir, elecciones? Si las hubiera, las volvería a ganar el PP, porque no hay alternativa” De esta forma se expresaba un destacado excargo público socialista, ya retirado de la escena política, al finalizar la manifestación del día de la huelga general. A esta manifestación acudieron miles de personas –más que huelguistas- pero cada uno vio en esta masiva participación, lo que le convenía. Yo coincido en que no hay alternativa… entre lo malo y lo peor.
Otros cargos públicos socialistas, junto con sindicalistas trasnochados, se abrazaban y emocionaban, interpretando que la gran manifestación y el cabreo de la gente contra el Gobierno del PP, presuponía apoyos para ellos. ¡Angelicos! Como si hubiéramos olvidado que fueron el PSOE y sus cómplices, con sus gobiernos de derroche, amiguismo, corrupción y mala gestión, los que propiciaron la actual situación. Aquellos polvos, trajeron estos lodos.

En una encuesta publicada el pasado domingo se hablaba literalmente de “desplome” de PP y PSOE, desde las elecciones generales de hace un año. Según sus datos, el 84% desconfía de Rajoy, y el 91% de Rubalcaba. Vamos, que no diría yo que ninguno de estos partidos estén precisamente para tirar cohetes. Pero sus dirigentes tienen una incurable ceguera crónica.  Rajoy interpretaba, hace poco, que los que no acudían a manifestarse apoyaban su política. Y ahora los socialistas interpretan que los que se manifiestan contra la política del Gobierno, los están apoyando a ellos. ¡Vaya par! Pues me parece que va a ser que no.
Estamos hartos de los unos y de los otros y, al menos en mi caso, también de los que van de antisistema cuando les conviene, pero disfrutan de los mismos privilegios y las mismas nóminas cuantiosas que los demás. Vamos, que en materia de políticos, me declaro atea. Me daba la risa –por no llorar- ver a algunos de los que se manifestaban el día de la huelga, cuando ellos han contribuido a nuestras miserias actuales. Claro que también considero responsables del desaguisado, a los que han seguido votándolos una y otra vez. Y eso es válido para todos.

Estos señores del Gobierno y de la leal oposición, siguen dando la espalda a los ciudadanos, y solo actúan a golpe de telediario. Como les ha ocurrido con el grave problema de los desahucios. Ha hecho falta que la desesperación lleve al suicidio a personas afectadas, que se produzcan miles de casos, denunciados desde hace años por algunas asociaciones, y que los medios se hayan centrado en el drama, para que estos atareados políticos se hayan reunido a ver cómo salvaban su maltrecha credibilidad pública. Que es lo único que les interesa. Las decisiones adoptadas son tardías e insuficientes y solo suponen un remiendo, incapaz de tapar un gran agujero negro de proporciones espaciales.

Ellos, los políticos, sí que están desahuciados, cuando mandan a la policía a apalear ciudadanos que se manifiestan pacíficamente. ¿Por qué no utilizan sus recursos para controlar a los violentos profesionales? También están desahuciados los sindicatos, con propuestas obsoletas de huelgas generales, piquetes coactivos y rancias consignas, que tenían validez en el siglo XIX. Pero esa época de revoluciones industriales ya pasó. Ahora estamos en el siglo XXI, en la era de Internet, y la crisis que padecemos, no tiene nada que ver con las anteriores.

Vivimos otros tiempos, pisando los escombros de un mundo que se cae, y nunca va a volver…  Afortunadamente, porque eso nos empuja sin remedio a inventar otro nuevo, con estructuras sociales más favorables para el ser humano. Las leyes son para las personas, no las personas para las leyes. Pero nuestros políticos se resisten a cambiarlas. Saben que les va en ello la supervivencia. Su último y poderoso recurso es el miedo ¡Ellos sí están desahuciados… sin moratoria!

(17 de noviembre del 2012)


 

Otros mundos

La famosa frase del escritor francés Paul Éluard: “hay otros mundos, pero están en este” se hace ahora más visible que nunca. Inmersos como estamos en un puente festivo, en el que recordamos a nuestros seres queridos, ya fallecidos, y al más allá, comprobamos que aquí, en el más acá, conviven muchas realidades que se ignoran unas a otras. Quizás sea, como dijo otro autor, que “nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Y, según parece, hay tantos colores para mirar la realidad, tantas formas de verla, que cada cual lo hace según su conveniencia.

Es lo que está pasando con la clase política. Y sí, digo clase, porque los partidos que la controlan y las personas que la ejercen, se han convertido en una especie de secta o lobby de poder, que viven en alguno  de esos mundos que, aunque pertenezcan a éste, no tienen contacto con los del resto de los mortales. Me gustaría saber de qué color son los cristales de las gafas por los que la mal llamada ministra de Empleo –debería llamarse del desempleo- percibe la realidad. Deben ser unas gafas de esas de visión nocturna, que ponen luz donde solo hay oscuridad. Porque hemos pasado de los brotes verdes que veía el difunto Zapatero, a la recuperación en la economía que detecta Fátima Báñez. Aunque seguramente se refería a la suya.

De cualquier manera, ya hace falta estar ciego para soltar la frase de marras, poco después de que se hiciera público que uno de cada cinco españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. Y que uno de cada cuatro, no tiene trabajo. Eso sin contar los dramas familiares y personales que cada día se asoman a los telediarios por los desahucios de sus viviendas. Ahora parece que se están pensando, que quieren, que a lo mejor, el Gobierno y el PSOE empiezan a reunirse para estudiar medidas que eviten el bochornoso espectáculo diario de ver a la gente llorando en la calle sin un techo donde cobijarse. ¡Fíjate que preocupación tienen, desde que este problema es noticia permanente y les da mala imagen!

Sinceramente, aún me tiene que explicar alguien para qué mantenemos a esta numerosa clase política, dado que son incapaces de resolver los problemas de los ciudadanos. Pero nada, ellos a lo suyo, a pedir sacrificios a los demás, sin que la crisis les salpique a ninguno. Insisto, a ninguno. El Senado, por ejemplo, ha invertido casi medio millón de euros en renovar su página web. ¡Alucinante! O si no los ex consejeros, ex delegados provinciales y otros cargos públicos socialistas, que ocuparon puestos durante los mandatos de Bono y Barreda, que han reclamado el cobro de un plus vitalicio, que Dolores Cospedal eliminó. Si tuvieran, desde luego, se les caería la cara de vergüenza.

A todo esto, el alcalde de Toledo y secretario regional del PSOE, Emiliano García Page –sí, el mismo que manda callar a Barreda, cuando éste solicita primarias en su partido- considera algo normal la reclamación de los ex altos cargos. En fin, se ve que también este dirigente tiene unos cristales especiales para ver la realidad. Aunque empiezo a pensar que tanta ceguera se debe a algún peligroso virus que solo ataca a los políticos, y respeta al resto de los morales. O eso, o que llevaba razón Paul  Éluard al considerar que “hay otros mundos pero están en este”. Deben ser mundos paralelos, que nunca llegan a encontrarse, habitados por personas que perciben distintas realidades. ¡Y aún hay quien no cree en fantasmas. Pues anda que no se ven, si estamos rodeados!... Eso sí, para nuestro consuelo, como dice el Roto en una viñeta: “No hay gran hombre que no quepa en un ataúd”. Pues eso.

(3 de noviembre del 2012)


 

PSOE: los muertos vivientes

El pasado domingo se convirtió para los socialistas en la “Noche de los muertos vivientes”. Y no es que se produjera ningún adelanto con relación a la tradicional fiesta de difuntos, también llamada antiguamente “Noche de brujas” y que ahora, por la influencia americana, se denomina “Halloween”. Le pongamos el nombre que le pongamos, su significado viene a ser el mismo. En esta noche los muertos cruzan la línea del mundo de los vivos, para campar por nuestros dominios, como si ellos aún tuvieran vida. Las elecciones en Galicia y País Vasco han puesto de manifiesto que los socialistas se asemejan a los muertos vivientes.

Todo el mundo puede hacer sus análisis, considerando la abstención, la ley electoral, la configuración planetaria o sesudos argumentos interesados. Da igual, los resultados han sido claros y contundentes, así como los ganadores y los perdedores de la contienda electoral. En el País Vasco ganaron BIldu y el PNV, por ese orden; a pesar de que este último partido sacase más escaños. En Galicia ganó el PP, con menos votos, pero sin paliativos. Y en ambas comunidades, el gran perdedor fue el PSOE… Además de los que no han conseguido ninguna o una mínima representación, que también han perdido las elecciones.

Llama la atención, eso sí, que la gente siga acudiendo a votar de forma mayoritaria, a pesar del descontento generalizado que existe hacia la clase política y de considerar a los políticos parte del problema, y no la solución ¡Pero oye, palos a gusto, no duelen! También llama la atención que Dolores Cospedal interprete la victoria de su partido en Galicia –no en el País Vasco, donde perdieron votos y escaños- como un refrendo popular a las políticas del Gobierno del PP ¡Menos lobos, Caperucita! ¡Vaya análisis electoral! Quizás a fuerza de repetirlo se lo crea ella misma y los dirigentes de su partido. Pero no cuela.

En cuanto a los socialistas, insisto, se nos han aparecido tras las votaciones como lo que son: los muertos vivientes de la política. Ni con el desgaste que tiene este Gobierno consiguen levantar cabeza. Y ahí siguen, de derrota en derrota, hasta la derrota final. Resulta patético que ellos mismos achaquen sus fracasos al difunto Zapatero. Con lo bien que lo hacía este hombre, y lo que lo aplaudían todos esos que ahora reniegan de su gestión y se lamentan de su herencia ¡Alucinante!

Pero Rubalcaba dice que no va a dimitir. No claro, ni él ni nadie. Ahí siguen todos, en todas las provincias,  aferrados a los restos del naufragio, a los cargos públicos u orgánicos que todavía les pueden resultar económicamente rentables, a un poder cada vez más reducido, que ya solo sirve para machacar a los compañeros de partido que no sigan las consignas establecidas. ¡Qué penoso! Ahora dicen que van a realizar una “reflexión profunda” ¡Pues anda que no han tenido tiempo desde las municipales de 2011, cuando empezaron a caer en picado!

Y es que no se lo explican ¿Por qué los ciudadanos vuelven la espalda a un partido que durante años ha gozado de su confianza? Muy sencillo: porque este partido dio primero la espalda a los ciudadanos. Porque algunos, que se dicen socialistas, se han lucrado con la política. Porque han engañado y estafado a su electorado. Porque han dicho una cosa, han hecho otra, y han perdido toda credibilidad. Porque han machacado, dentro de sus propias filas, a los que no pensaban como ellos.

Porque han acaparado todos los puestos y han cerrado las puertas a una generación de jóvenes, que ahora podrían relevarlos. Porque han sido pésimos gestores… ¿Quieren más razones? Urge una profunda autocrítica, sin culpar a los demás de las propias miserias. Algo que siempre han hecho a la perfección. Pero ya no les sirve. Y así les va.

(27 de octubre del 2012)


De mafias, casinos y otras miserias

Mucho se está hablando estos días de la mafia china que ha sido desarticulada. Aunque, en honor a la verdad, habría que referirse a ella como la mafia chino/española, ya que no hubiera podido operar en nuestro país, si no hubiera sido por la complicidad de españoles. Y es que don dinero no tiene nacionalidad. Opera en todas partes, como el poderoso caballero al que se refería Quevedo en su célebre poema: el que hace que todas las sangres sean reales, iguala al rico y al pordiosero, da autoridad al gañán y al jornalero. Y, sobre todo, “hace propio al forastero”.

El cabecilla de la trama, un tal Gao Ping, al que yo no había oído nombrar en mi vida, hasta ahora, no solo no era “forastero” en nuestro país, sino que incluso pasaba por un filántropo, un hombre de bien. Joven, de aspecto culto y agradable, se codeaba con la crema de la sociedad española, se trataba con políticos de todo pelaje y se retrataba con ministros. Un concejal socialista, por cierto, ha sido uno de los detenidos con este capo, aunque las redadas no han terminado todavía. Entre el material incautado, no sólo había miles de euros, sino también oro, diamantes y armas. Sí, armas, un negocio rentable.

Reflexionando sobre esta trama delictiva y mafiosa, me doy cuenta de cómo el fulgor del oro, el olor del dinero, y el espejismo del poder, transforman a las personas. Son esquemas muy viejos, ya lo sé, pero siguen muy presentes en nuestra sociedad. Ahora hay políticos que se ponen medallas porque han conseguido que se pueda instalar un macrocasino en las cercanías de Madrid. Nuevamente los árboles nos impiden ver el bosque. Con la tapadera de que se van a crear muchos puestos de trabajo –trabajo precario y mal pagado, por otra parte- nos están vendiendo un infierno, disfrazado de paraíso. Una vez más, don dinero obtiene privilegios, cambiando normas, leyes y conciencias. Y nos volvemos sordos, ciegos y mudos, como la escultura de los famosos tres monos representados en un templo japonés.

Cuando una sociedad atrae a “filántropos” como el mafioso chino o inversiones millonarias para levantar un templo donde fomentar las miserias y rendir culto al dinero fácil, es porque esa sociedad ha perdido el rumbo. O quizás no lo haya perdido, quizás quiera perderse en ese rumbo en el que los valores que priman son la adoración al becerro de oro y la veneración a la falsedad y a la estupidez humana.  Porque, qué quieren que les diga, yo creo que cada vez somos más gilipollas. No hay más que poner la tele para comprobarlo, o mirar a nuestro alrededor.

No resulta extraño, por tanto, que España esté a la cabeza del fracaso escolar y del desempleo juvenil. Aunque claro, quizás cuando se instale Eurovegas, muchos de nuestros hijos puedan aspirar a ser “croupiers” ¡Hagan juego, señores, hagan juego…! Muchos jóvenes que dejaron los estudios hace años, se fueron a trabajar a la construcción. Había que hacer muchos chalets en las afueras de las ciudades, muchas urbanizaciones nuevas. Ahora, esos chicos están tan vacíos como los chalets que ayudaron a construir. Y no es que los culpe a ellos del fracaso escolar. El fracaso es nuestro.

Porque, ¿qué clase de educación ofrecemos? Desde luego, no es una educación que enseñe a los chavales a pensar por sí mismos, ni los prepare para la vida. La de ahora, no la del siglo XIX. Más bien los aborrega, los deja sin salida, o los condena a servir a unas estructuras sociales que se caen a pedazos, porque ya no valen en estos tiempos. Como tampoco tienen cabida, a pesar de las apariencias, el imperio del poderoso don dinero, ni las mafias, ni los casinos ¡Apostemos, sí!.. pero por otros valores.

(20 de octubre del 2012)


 

"Españolizando"

Existe una diferencia abismal entre el afán “españolizador” del ministro Wert y la apuesta de Joglars, con su obra “El Nacional”, que representaron la semana pasada en nuestra ciudad. Frente al rancio tufo españolizante del ministro Cultura, nos llegó una bocanada de aire fresco con la puesta en escena de este grupo, cuyo arte elimina fronteras, más allá de nacionalismos trasnochados, sean centralistas o separatistas.

Recuerdo que cuando era joven –muy joven- dije a mis padres que me iba a hacer unos ejercicios espirituales y, en lugar de eso, me fui a Madrid para asistir al Festival de otoño, y ver una obra de Els Joglars. Obviamente, no era la clase de ejercicios espirituales que mis padres esperaban que hiciera, pero les aseguro que aquella fugaz escapada, supuso un gran alimento para mi espíritu, deseoso de respirar, encarcelado y mortificado, como estaba en aquellos momentos en los que el ambiente que destilaba el franquismo, no se caracterizaba, precisamente, por una amplitud de miras. Quizás porque existía el mismo afán “españolizador” que ha heredado el ministro Wert.

Los ministros de Cultura, por cierto,  son simbólicamente fusilados en “El Nacional”, que se antoja como una metáfora de estos tiempos, en los que el boato, el despilfarro y las subvenciones, han hecho mella en el espíritu creativo, transformándolo en adoctrinamiento, al servicio de los gobernantes de turno.  Joglars no deja títere con cabeza. Empezando por su propio oficio, el de actores, y siguiendo por todos los que, de alguna manera, tienen que ver con la realidad social. Hasta se permiten el lujo de fusilar en el escenario a un periodista de “El País”, al que previamente le obligan a dejar la grabadora y ejercer de “apuntador”, tomando notas, como corresponde a su oficio. Pues tampoco los medios de comunicación se libran de la crítica. Ni los concejales de cultura, ni los arquitectos, ni los subsecretarios, ni los asesores, ni los constructores... y no hablemos ya de los sindicatos, en el punto de mira permanente de esta feroz sátira de nuestros tiempos.

“¿No me traerá usted un intelectual?”, pregunta el protagonista de la obra a otro personaje, encargado de reclutar músicos en el metro, para poner en escena la ópera “Rigoletto”. Y es que el viejo don José -magníficamente interpretado por Ramón Fontseré, nuevo director de Joglars tras la marcha de Boadella- no quiere intelectuales ni profesionales. “Para enterrar a los muertos…” sugiere citando a León Felipe, sin acabar la frase que, si me permiten, termino yo: “Cualquiera sirve, menos un sepulturero. Porque no conociendo los oficios, los haremos con respeto”.
Obviamente, no es el caso de este grupo teatral, que conoce perfectamente su oficio ¡Pero utilicemos la metáfora! Porque  tanta profesionalización de la política, tanto vividor a costa de lo público y tanto exprimidor de los recursos de todos, –y aquí no solo entran los políticos- nos han llevado a donde estamos. Curiosamente, nadie se da por aludido, y todos los que, en mayor o menor medida han contribuido a crear lo que tenemos, echan las culpas al de enfrente, sin darse cuenta de que éstos solo son un espejo de su propia miseria.

Y así nos va. Así seguimos. Como repite una y otra vez a lo largo de la representación de “El Nacional”, su protagonista: tenemos “demasiado realismo”. Y demasiado sepulturero, diría yo. Demasiados profesionales que conociendo su oficio lo hacen sin respeto. Pendientes de los focos que iluminan el escenario, del atrezzo, de los decorados, del vestuario, de si declaman en el tono adecuado, y el eco de su voz llega a otros teatros. Pero, sobre todo, pendientes de los aplausos. Y saludan, una y otra vez al público, sin tener en cuenta los abucheos de todos los que estamos cansados de ver siempre el mismo repertorio. Aunque los actores sean diferentes.

(13 de octubre del 2012)


 

Es hora de cambiar

“Es hora de cambiar”. Así reza el slogan publicitario de una promoción para comprar un coche nuevo. Tomo nota. Me hace reflexionar y me habla de otros cambios, que no tienen que ver con ningún nuevo vehículo ni con objetos materiales, sino más bien con cambios internos. Con modificar antiguos hábitos y pautas de conducta en las que nos seguimos apoyando, a pesar de saber que ya no nos sostienen, que están obsoletas y que no nos sirven para vivir en estos nuevos tiempos en los que, la mayor crisis la tenemos dentro… Aunque sigamos proyectándola afuera, culpando a los demás de los males que se alojan en nuestra sombra.

Tras unos días alejada de la actualidad, no percibo demasiados cambios al volver, salvo los que se han producido para cabrear más al personal. Me entero que hubo leña entre policías y un grupo de manifestantes que rodeaban el Congreso. Que a la poli se le fue la porra y calentó de forma indiscriminada a quienes protestaban pacíficamente. Que algunos policías también recibieron… ¡Genial, vamos progresando! En nuestra ciudad, sin ir más lejos, se pretende sancionar a un colectivo en defensa de lo público, que repartió panfletos durante la Feria. Por lo visto, los acusan de alterar el orden público, porque iban más de veinte personas. ¡No me lo puedo creer! ¿Alterar el orden público en el paseo de la Feria, a las doce de la mañana, por informar pacíficamente?

Como sigamos así, vamos a volver a la caverna. Bueno, según el mito de Platón, ya estamos en ella. Y no creo que ande muy desencaminado el filósofo griego, porque padecemos una ceguera ancestral, de la que no salimos, y confundimos la realidad con las sombras que proyectamos entre todos. Confieso que me encuentro en tierra de nadie. Yo no veo que las cosas sean blancas o negras, sino que percibo muchas tonalidades. No puedo hacer un planteamiento tan simplista como dividir el mundo entre buenos y malos. Alucino ante las muchas barbaridades que está haciendo este Gobierno. Pero alucino también cuando veo que se manifiestan, contra medidas que no comparto, precisamente los que las han provocado y consentido.

Me produce hilaridad que José María Barreda diga, sin quedarle otra, que él gobernaba “en época de vacas gordas”… Sí, y de vacas sagradas, añadiría yo. Me parece surrealista que no pueda haber más jubilaciones anticipadas, por aquello de la crisis, y que una empresa pública como Aena vaya a prejubilar a sus trabajadores de 55 años, con un 85% del sueldo… Aunque, desde luego, me alegro por los afortunados.

Está claro que, como decía el slogan publicitario: “Es hora de cambiar”. Como creo fervientemente que, mientras los cambios no sean internos no va a cambiar nada realmente, gobierne quien gobierne y se manifieste quien se manifieste, a la espera de que cada cual salga de su propia caverna, podemos poner en práctica una iniciativa que me llega por Internet: Que los políticos se lleven el taper al Parlamento, paguen tres euros por comer en el escaño, y devuelvan las dietas que cobran por manutención… Yo creo que íbamos a ahorrar mucho y con ello quizás se puedan pagar las becas Erasmus para que nuestros jóvenes vean mundo; abran su mente, o lo que tengan que abrir, y sean capaces de ser mejores personas y crear una sociedad mejor, en la que la realidad no se confunda con las sombras.

O eso, o salimos todos a la calle, a un lugar donde haya espacio suficiente, para darnos palos unos a otros, defendiendo cada uno nuestras poderosas razones. Por cierto, Rajoy no se entera. Algunos no nos manifestamos, no porque le apoyemos a él. Sino porque ya somos mayorcitos para correr delante de la policía… o para someternos a consignas ajenas. Vengan de donde vengan.

(6 de octubre del 2012)


Políticos que se van

Cuando se publique este artículo yo andaré lejos de Albacete, compartiendo Camino de Santiago y escritura con un grupo de amigos. Esta lejanía me obligará a faltar a mi cita con los lectores, el próximo sábado. Antes de marcharme, la actualidad estaba marcada por dos políticos que nos han dejado. La muerte de Santiago Carrillo hace que su ausencia sea definitiva. La dimisión de Esperanza Aguirre, que se produjo por sorpresa, es más difícil de calificar. Todo puede ocurrir. 

En otro país, que un político dimita no es tan raro. En España sí. Aquí no se va nadie y, a veces, los que se van son precisamente los que deberían quedarse. Y con esto no quiero decir que éste sea el caso de la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid. Francamente, en estos momentos la vida política del país resulta tan mediocre, que cualquier político de cualquier formación es prescindible. No hay ninguno que destaque y, si alguno lo hace, es más por sus ocurrencias y chascarrillos que por su carisma o su relevante papel en la sociedad. Carrillo sí fue un dirigente que jugó un papel destacado en los difíciles momentos en los que le tocó lidiar con un país dividido.

Afortunadamente, la guerra civil pasó a la historia y no va a volver a repetirse, pero las profundas heridas que provocó en la sociedad y en las familias, parecen lejos de cerrarse definitivamente. Hay un viejo dicho que afecta a las tres profesiones que empiezan por p: políticos, periodistas y prostitutas. Se dice que a los políticos y a los periodistas nos pasa como a las prostitutas: con los años nos volvemos “madames”. Santiago Carrillo hace ya mucho tiempo que era “madame”. Estaba por encima del bien y del mal, al margen de cuales fueran sus actuaciones a lo largo de su vida política en la que, sin duda, hubo aciertos y errores. El caso de Esperanza Aguirre es distinto. Para empezar, no ha muerto, sólo ha dimitido. Y eso resulta sospechoso, nadie se fía. No se le pueden hacer exagerados panegíricos porque ¿y si vuelve? Dice que se va, pero ¿es definitivo? … Y así los análisis “políticos” y las especulaciones, han ido tejiendo y destejiendo historias, sin poder poner punto y final. ¡Vaya lata!

En fin, yo no pienso especular. Como he dicho, su presencia en política me parece prescindible. Aunque como ser humano –sí, los políticos también lo son, aunque algunos lo disimulen muy bien- Esperanza Aguirre tiene todo el derecho del mundo a intentar vivir como lo considere mejor. Si es el cáncer el que le obliga a replantarse su vida, hace bien en escuchar lo que tiene que decirle la enfermedad. Si su marcha esconde motivaciones torticeras, allá ella. Al final, todos caminamos hacia la tumba: Bolinaga, Carrillo, Esperanza Aguirre, usted, lector, yo… Y la muerte nos iguala a todos. Rojos, azules, verdes. Los que tienen una cuenta corriente abultada, y los que pasarán de cantar el villancico “Navidades blancas”, a una nueva versión: “Sin blanca en Navidad”.

La muerte nos iguala, pero nuestra forma de encarar la vida es lo que nos distingue. Unos políticos vienen y otros se van. La lástima es que seguimos aferrados a una forma de hacer política que ya no sirve en estos tiempos. Las dos Españas que decía Machado, aún perduran en los genes de muchas personas. Seguimos idolatrando el pasado, poniendo parches en las viejas estructuras y elogiando una transición que dejó mucho que desear en tantos y tantos aspectos. Mientras, hipotecamos el presente y condicionamos el futuro de los jóvenes. ¿Por qué no nos dejamos de pamplinas, fotos en palacio, discursos vacíos y nos rescatamos a nosotros mismos de una vez? La vida es demasiado corta para desaprovecharla en tontunas, a costa de lo esencial.

(22 de septiembre del 2012)


 

Vividores de la política

Debí levantarme ese día con la vena masoquista un poco más abultada de lo normal. Si no, no se explica cómo puede leer –entero-  el artículo de María Dolores Cospedal sobre la supresión de sueldos a los diputados autonómicos, y luego, por la noche, ver  la entrevista de Rajoy en la tele pública, también entera. ¡Y aún así pude conciliar el sueño de madrugada!
Sobre el artículo de Cospedal diré, en cuanto a la forma, que se podía haber ahorrado los cinco folios que empleó en defender su propuesta, porque con quince líneas podía haber dicho lo mismo. En definitiva, justificó la supresión de sueldos en el hecho de que vivimos unos nuevos tiempos, también para la política, y ésta “debe ser una llamada, pero nunca un camino profesional”. Y digo yo, ¿cómo alguien que lleva un montón de años metida en política, viviendo de ella, incluso con varios sueldos, critica a los “políticos profesionales”? ¿Acaso ella no lo es?

Empieza a cansarme ya tanta demagogia. ¿Cuántos años tienen que ejercer la política para considerarse “profesionales”? Porque en este asunto, el que esté libre de culpa que tire la primera piedra. Todos los partidos están llenos de vividores de la política. Si, vividores, yo prefiero llamarlos por su nombre.  Y para hacer tabla rasa, y que la política sea, como define Cospedal, “una entrega y renuncia a favor del bien común”, tendrían que irse a sus casas casi todos los que ahora la ejercen. Me da igual que sean rojos, azules, o de estos que predican revoluciones, y viven a costa del erario público. ¡Venga, hombre, ya está bien! Vividores de la política existen en todos las formaciones. ¿Cuántos años lleva Rajoy en el machito, y Rubalcaba, y Rosa Díez, y Llamazares, y Durán y Lleida?... Los pirómanos no tienen autoridad moral para apagar ahora los fuegos que ellos mismos han encendido. Les falta credibilidad. Y mucha.

Sobre la entrevista al presidente del Gobierno, me quedo con el titular de una publicación de humor: “Rajoy asiste de público a TVE, en un debate entre periodistas”. Y es que el hombre va a guión fijo. Le pregunten lo que le pregunten, la respuesta es siempre la misma: hay que cumplir con el déficit. Es lo que pasa cuando se vive pendiente de los mercados, y no se va nunca al supermercado. Cuando solo se tienen en cuenta las grandes cifras, y no se desciende nunca a las pequeñas historias cotidianas. Cuando parados es sinónimo de cinco millones, y no de personas que las están pasando canutas.

Pero tranquilos, la Monarquía lo va a arreglar todo. La Casa del rey ha cambiado su página web, para contarnos mejor sus cuentos de príncipes y princesas. Saben que nos gustan las historias, a ser posible, con finales felices. Por eso, no contentos con mostrarnos en fotos el presente y el futuro de la Corona española, que vaticino bastante incierto para el hijo, y aún más para la nieta, la televisión pública va a emitir una serie de programas en la 2,  para que conozcamos el día a día de la familia real… ¡Lo que nos faltaba! Todo lo arreglan con propaganda.  Pregunto: ¿también de Urdangarín? Quizás lo que más interesa al personal es conocer cómo ha hecho el duque su fortuna. Que nos expliquen cómo se puede delinquir,  y luego solicitar que se declaren prescritos los delitos atrasados. ¡Qué fuerte!

Vamos por mal camino. Si estos nuevos tiempos de la política que pretende Cospedal, consisten en la misma letra con distinta música, y en comulgar con ruedas de molino, habrá aún más vividores de la cosa pública. Se disfrazarán de Caperucita,  para que los lobos puedan vestirse de corderos. Y los príncipes y princesas se casarán, vivirán felices y comerán perdices… Siempre a nuestra costa, claro.

(15 de septiembre del 2012)


 

Realidad y ficción maligna

Decía Vargas Llosa, en un artículo reciente, que a los seres humanos le gustan las ficciones y que gracias a esa necesidad de creaciones existen las bellas artes y la literatura. Ahora bien, el escritor distinguía entre ficciones benignas y malignas. De estas últimas calificaría yo las que nos cuentan los políticos, que chocan con la cruda y dura realidad. Eso es lo que le ha pasado a Rajoy. Según ha declarado nuestro presidente, el incumplimiento de su programa electoral –ficción maligna- se debe a la “realidad”. Lo que confirma, una vez más, que los políticos viven inmersos en sus mundos de Yupi, y luego va la realidad, tozuda ella, y les estropea la bonita ficción que nos cuentan, para llegar o mantenerse en el poder.

Y es que, señoras y señores, no sólo nos ha dado alcance la Feria, sino que también ha comenzado el curso político. Esa especie de puesta en escena que nuestros dirigentes hacen todos los años por estas fechas, para hacernos creer que se inicia algo nuevo, cuando todo sigue igual… o peor. Los socialistas aprovechan para sacar a Alfonso Guerra, arengando a los mineros de Rodiezmo, y cantando La Internacional… Pero ya no es lo mismo sin ZP. ¡Cómo lo echo de menos! Los del PP también hacen su numerito, pero tampoco Rajoy tiene el glamour que tenía Aznar, jugando al dominó y visitando después el claustro del monasterio de Silos. ¡Esto ya no es lo que era!

Fíjense si la cosa estará mal, que hasta la Merkel eligió una chaqueta de color morado –el de alivio de luto- para su entrevista en la Moncloa con Rajoy. Y con esto de la crisis el Ministerio de Fomento ha roto el contrato con el pintor Antonio López, que iba a hacer un retrato del ex ministro Álvarez Cascos, por el módico precio de 190.000 euros.  ¡Con lo barato que nos va a salir el de Bono para el Congreso, solo por 82.000 eurillos de nada! Claro que yo he pensado, en mi afán de colaborar, es decir, de “arrimar el hombro” para salir de esta situación de penuria, que podían encargarle los dos retratos a la señora esa que “restauró” la pintura del Ecce Homo, que se ha hecho tan famosa este verano ¡Si hasta puede que el personal hiciera cola ver lo monos que habían quedado ambos políticos… Seguro que los retratos saldrían más baratos.

Y es que la cosa está tan chunga, que los pobres políticos no saben qué hacer para ahorrar. Si hasta la mismísima Dolores Cospedal ha propuesto que se reduzcan a la mitad los parlamentarios regionales, y que no tengan sueldo… solo dietas. Hombre, a mí lo de reducir a la mitad me parece que se queda corto. Total, con que se quede uno de cada grupo para votar lo que le digan en el partido, sobra. De todas maneras, en el PP no se aclaran mucho porque en mayo reformaron la ley electoral, para subir de 49 a 53 diputados. ¿En qué quedamos?
En cuanto a los sueldos, habrá que ver la cuantía de las dietas, no vaya a ser que perciban lo mismo, y lo llamen de otra manera… que no es la primera vez que pasa.

De todas formas, para ir haciendo boca, el gobierno regional que preside Cospedal puede empezar por bajarse sus sueldos, así como el de los diputados, y eliminar sus muchos privilegios. Que para eso no hace falta esperar a los próximos comicios, ni cambiar ninguna ley electoral. ¡Y a quien Dios se la dé, santa demagogia se la bendiga!
¡Ah, se me olvidaba! Me sumo a los que han criticado el slogan: “Sin toros no hay Feria”. He aquí un claro ejemplo de ficción maligna. Si no, la cabalgata la tendría que presidir una vaquilla.

(8 de septiembre del 2012)


Pasarlas canutas

Con la Feria pisándonos los talones, y a punto de darnos alcance por mucho que huyamos, iniciamos el mes de septiembre con la subida del IVA, la convocatoria de elecciones en el País Vasco y Galicia y la pérdida de la tarjeta sanitaria para miles de inmigrantes irregulares. Algo que, por cierto, ocurrirá en algunas comunidades autónomas, pero no en todas. Un ejemplo más de cómo funciona este país, en el que los reinos de taifas van a su bola, actuando según sus intereses políticos del momento.

Obviamente, no estoy defendiendo que sean todas las comunidades las que cumplan con este injusto decreto del Gobierno, sino todo lo contrario. Afortunadamente, al margen de lo que decidan los distintos ejecutivos regionales, muchos médicos han alegado ya objeción de conciencia y no dejarán a las personas sin papeles al margen de la atención sanitaria que requieran, como cualquier otro ser humano. Desde luego, con todas estas medidas de difícil justificación, se nota mucho cómo vamos progresando en nuestra ascendente carrera hacia las más elevadas cumbres de la miseria.

Los inmigrantes sin papeles que se pongan enfermos y tengan que pagar la factura, sí que lo van a tener crudo. Aunque quizás no tanto como el pobre diputado del PP, que las pasa canutas para llegar a fin de mes, con una nómina de 5.100 euros. Me da pena este hombre… Me da pena lo poco espabilado que es para decir un disparate de ese calibre, con la que está cayendo. Vale que muchos de nuestros políticos no den más de sí, que estén ahí solo por la pela, por ejercer el poder, o qué se yo, pero soltar ese despropósito… ¿Es que hacen un casting, a la hora de elaborar las listas electorales, para poner a los más simples? Está claro que, lo que natura non da, Salamanca non presta. Aunque  no hablamos aquí de una simple metedura de pata a la hora de expresarse, sino de algo mucho más profundo.

Otro pobre muchacho que las debe estar pasando canutas es Iñaki Urdangarín. El hombre está de nuevo en Barcelona, con su esposa, la infanta -que no ve, no oye, no sabe nada y vive en el limbo- organizando la mudanza desde el palacete de Pedralbes, a una casa más modesta y de alquiler ¡Hasta les hemos visto en la tele con un coche “pequeño y viejo”, según nos contaron en los informativos. ¡Me ha dado una pena! Si hasta le está saliendo un mechón blanco sobre la frente, que me recuerda al de la película “El jovencito Frankenstein”. ¡Adónde vamos a llegar si los miembros de la familia real tienen que dejar los palacios para mudarse a un piso de alquiler y pedirle prestado el coche al chófer!

Y hablando del chófer, hay que ver el manotazo que se llevó el que conducía el coche oficial del rey, después de soportar una visible bronca del monarca ¡Pues no parece nada “campechano” gritarle y dar un guantazo a uno de sus trabajadores ¡ Aunque quizás sea su costumbre, sólo que en otras ocasiones no había cámaras de televisión para mostrárnoslo… Yo creo que este hombre, por muy rey que sea, está perdiendo los papeles.

Y volviendo a los que no tienen papeles, dicen en el Ministerio de Sanidad que, no atendiendo gratuitamente a los inmigrantes, se van a ahorrar unos 500 millones de euros. Y digo yo, ¿cuánto ahorraría el Gobierno si quitase los escoltas a Urdangarín y devolviera todo el dinero que ha evadido? ¿Y si rebajase el sueldo a los cargos públicos, para que ninguno  llegase a cobrar 5.100 euros mensuales? ¿Y si acabase de una vez con los privilegios y todo el que haya malversado o robado, devolviera lo que se ha llevado? ¡Seguro que ahorraban más de 500 millones!

(1 de septiembre del 2012)


Interinos y ovejas

España está que arde. Y no me refiero solo a los abrasadores calores que hemos sufrido esta semana. Ni tampoco a los desoladores incendios que arrasan nuestros bosques. Me refiero a la situación social, que cada día se torna más caliente ante la ausencia de políticas al servicio de los ciudadanos. La gente se siente desanimada y huérfana de líderes. Pero eso es justo lo que necesitamos para convertirnos de una vez en una sociedad madura, que se ocupa de sí misma, integrada por personas que no delegan su poder en el gobernante de turno. Me da igual quien sea, ni las siglas que lo amparen, porque a estas alturas está más que demostrado lo que dan de sí. Los unos, los otros, y los de más allá.

Desde la Junta de Calamidades -como decía un ex diputado del PP cuando estaban en la oposición-  prosiguen con su limpieza de interinos. Más allá de la guerra de cifras, basta con decir que mucha gente se va a quedar en la calle. Dicen los gobernantes populares –que también son interinos, aunque lo hayan olvidado- que si no echan del trabajo a tanta gente, la Junta puede quebrar. Y llegados a este punto, yo me pregunto: ¿y qué?... ¡Pues que quiebre! De todas maneras, ya hay casi más puestos ocupados por políticos, que por funcionarios. Quizá si quebrase –puesto que está en la ruina- y todos los políticos con su legión de enchufados se marchasen a sus casas, se podría empezar a contemplar el panorama con más lucidez… Porque ahora, lo llevamos claro.

En la Diputación, sin embargo, no sé si porque ya no tienen más  interinos a los que largar, ni más ERES que solicitar, ahora la han emprendido con las ovejas. Sí, sí, con las ovejas, han leído bien, y han decidido subastar su plantilla de casi 600 ovejas, propiedad del organismo provincial y del Itap. ¿Para qué querrían tantas? Quizás si se quedasen con las ovejas y subastasen a los interinos, tendrían menos problemas laborales y ahorrarían mucho más dinero… Y con lo ahorrado, podrían utilizarlo en pagar las indemnizaciones de nuevos despidos… Digo yo. ¡Es sólo una idea!

Y puestos a poner en práctica ideas peregrinas, podríamos emular la revolución de pacotilla que protagoniza Sánchez Gordillo, alcalde, líder y diputado de Izquierda Unida, y sus chicos del sindicato del campo andaluz, ocupando fincas y arrasando supermercados… Me pregunto para qué nos han servido tantos años de democracia, además de para que algunos se llenen los bolsillos, tengan sueldos vitalicios y jueguen a revolucionarios, mientras cobran del erario público y ejercen a la vez como gobierno y oposición ¡No se puede estar en el plato y en las tajás!
Y si no la convocatoria que circula por Internet, secundada ya por miles de personas, para tomar el Congreso de los diputados el 25 de septiembre, forzar la dimisión del Gobierno y provocar la convocatoria de nuevas elecciones… De verdad, yo creo que cada vez se nos va más la olla, o vemos muchas películas, o estamos demasiado enganchados a las redes sociales. Si no, no me lo explico. Además, ¿para qué queremos otras elecciones, para que el personal siga votando lo mismo y a los mismos, aunque las siglas sean diferentes? ¿Es que no escarmentamos?

Los caminos de siempre, nos llevan a los sitios de siempre. Necesitamos evolucionar, cambiar el chip. Se avecinan nuevos tiempos, pero si no modificamos nuestra mirada interior, lo llevamos claro. Rememorando casposas y caducas revoluciones, no tenemos nada que hacer, por mucho que cantemos el “no nos moverán”. ¡Vaya si nos han movido y removido! Nos han contado muchos cuentos, nos los hemos creído y los mantenemos con nuestros votos. Así nos va. ¿Somos ovejas para subastar, o somos personas? ¿Cuándo vamos a responsabilizarnos de nuestra propia vida?

(25 de agosto del 2012)


 

Parados de miseria y de altura

Al Gobierno le debe parecer que la vida de los parados es poco apasionante, pura y miserable rutina, sin ningún aliciente. Seguramente por eso, para introducir en estas grises existencias un poco de emoción, será por lo que Rajoy esperó al último momento para desvelar si iba a continuar o no la ayuda de 400 euros, a los desempleados de larga duración. ¡Qué emocionante ha debido ser esta experiencia para las 211.000 personas que cobraban este subsidio, la de pasar el verano sin saber si iban a seguir percibiendo ese dinero, que les ayuda a sobrevivir en su miseria!

Porque se trata de eso: pura supervivencia. La cuestión no es, como dijo el presidente del Gobierno, que esta ayuda deba servir para conseguir la inserción laboral de los parados. Ni muchísimo menos. La cruda y dura realidad es que esta ayuda solo sirve para una cosa: para comer. Para malvivir, para que miles de personas puedan llevarse algo a la boca, que no provenga directamente de los contenedores de basura. Una imagen que resulta muy molesta y que hiere la sensibilidad de los gobernantes. Claro que siempre se puede optar por la solución que le dieron a este problema en Girona. ¿Que cuál fue? Muy sencillo, el ayuntamiento decidió sellar los contenedores, para que no se pudiera sacar comida de ellos. ¿Han visto qué fácil?... Muerto el perro, se acabó la rabia.

Ya pueden estar contentos los parados de larga duración con este Gobierno, por los días tan excitantes, y por la emoción que le han proporcionado a sus míseras y tediosas vidas. Algunos no han aguantado  la presión, como el alcalde de Marinaleda y su sindicato del Campo, y les ha dado por ejercer de modernos Robin Hood, robando a los ricos para darles de comer a los pobres. Una imagen muy política y poética, que no tiene nada de nueva. Sin ir más lejos, aquí en nuestra ciudad, ya lo hizo José Manuel Pérez Pena, liderando una asamblea de parados. De esto hace más de veinte años, pero los periodistas más viejos del lugar, recordamos perfectamente la hazaña.

El robo de mercancía se produjo en el desaparecido Simago, y en esa ocasión el supermercado, no sólo no los denunció, sino que se apuntó el tanto de regalar lo sustraído a los parados. Eso sí, después de que “el Pena” les obligase a devolver a algunos las botellas de whisky que, al despiste, se habían colado en los carros junto con los garbanzos. ¡Qué tiempos aquéllos! Los parados no sólo llevaron a cabo esta acción. En realidad hacían mucho ruido, se subían a las grúas y aparecían continuamente en las portadas de los periódicos locales. Cosa que, dicho sea de paso, no gustaba nada a los gobernantes socialistas de turno.

Por eso éstos se apresuraron a buscarles trabajo a todos los cabecillas de la revuelta, y el movimiento de parados se extinguió, como por arte de magia. Y no es porque en aquellos tiempos los gobernantes estuvieran más sensibilizados con el tema del paro que ahora. Fue, sencillamente, porque entonces aún les salían los colores cuando se denunciaba algo en los medios de comunicación. Cosa que ya no ocurre, porque les da lo mismo veinte que ochenta.

Pero bueno, también hay parados de lujo y altura. Como nuestro ex presidente regional socialista, ex ministro y ex varias cosas más, José Bono. He leído que se acaba de comprar otro ático en la calle Velázquez de Madrid, con vistas al Retiro, por la modesta cantidad de 1,6 millones de euros… Está claro que este hombre tiene fijación con los áticos. ¡Siempre le han gustado las alturas! Y claro, cuando no hay otra altura, hasta un ático puede servir para creerse superior y vivir por encima de los demás. ¡Qué cosas!

(18 de agosto del 2012)


Rajoy, el marxista

“Descubren a un ladrón que no es político, ni banquero, ni de la familia real. En consecuencia, ha sido inmediatamente detenido”. Así reza el titular de una noticia en el semanario humorístico “El Jueves”, que es casi lo único que se puede leer, sin echarse a llorar. Además de “El Mundo Today”, claro, que publica titulares como este: “El calor estival obliga a Rajoy a proponer un Gobierno en la sombra”… Yo creo que ante la situación que vivimos, y lo que nos espera, no debemos perder el sentido del humor ni la capacidad de reinventarnos. Porque está claro que, partiendo de la nada, estamos alcanzando las más altas cotas de miseria. Lo que yo no sabía es que Rajoy era un marxista convencido. De Groucho, claro. El hombre se está destapando como un fiel seguidor de la doctrina del genial humorista –aunque sin gracia- y está aplicando una de sus más conocidas consignas: “Estos son mis principios, si no les gustan, tengo otros”… Y otros, y otros, y otros más. ¡Será por principios!

Cuando vi el paripé que montaba nuestro presidente en la Catedral de Santiago, entregando el Códex Calixtino, como si lo hubiera robado él, y felicitando a la policía, por su rápida y ágil investigación de un año, a pesar de que tenían al ladrón todos los días en misa, delante de sus narices, ya me olía que nos esperaba otro duro paquete de ajustes, y que con la foto de la devolución del códice, Rajoy quería lavar su imagen pública ¡Angelico! Por cierto, que todo lo relativo a este robo por parte del electricista millonario, la venganza por haberlo despedido y el descubrimiento de que este señor llevaba 25 años robando en la Catedral, sin que nadie se diera cuenta, apesta muchísimo. Aunque no me extraña nada de lo que ha pasado, después de escuchar unas declaraciones en la tele del encargado de la investigación, diciendo que sintió “el vértigo de estar trabajando en el abismo de la historia” ¡Alucinante! A este hombre debía contratarlo Rajoy para que le escribiera los discursos, y así nos reiríamos un poco, en lugar de llorar cada vez que nos cuenta alguna marcianada marxista de las de Groucho… Pero en serio.

No me pilla de sorpresa ni la subida del IVA, ni la supresión de la extra de Navidad a los funcionarios, ni la mayoría de los recortes que ha adoptado. Estaban cantados. Lo que más me ha impactado es que proponga reducir en un 30% el número de concejales. ¿Mande? En el 2015, claro, porque antes de las próximas elecciones municipales, no se puede… Hombre, lo siento por los partidos, porque si ya había navajazos para ponerse en las listas y vivir del cuento cuatro añitos, con esta medida sí va a llegar la sangre al río. Aparte de esto, ¿qué milonga nos está proponiendo? ¿Un 30%? Por mí se pueden ir ya todos a su casa, acompañados de sus asesores. Porque toda esa ristra de cargos públicos y enchufados, nos cuestan un ojo y no nos sirven nada. Solo se sirven a ellos mismos. Y encima, todos los partidos, muy solidarios ellos, piden que los diputados y senadores tampoco cobren la extra navideña. 

Ya estamos otra vez con la demagogia barata ¡Pero señores, no todo el mundo tiene sus sueldos y goza de sus privilegios, como para poder prescindir de una paga, que sirve para aliviar las maltrechas economías familiares! Como tampoco es de recibo que se reduzca la prestación a los parados, ni se desatiendan las necesidades básicas de los que menos tienen, mientras que todos estos políticos, solidarios de pacotilla, continúan con sus prebendas. ¡Menos lobos, Caperucita! ¿A quién pretenden engañar? ... En fin, visto lo visto, me tomo unas semanitas de vacaciones… Eso sí, amenazo con volver.

(14 de julio del 2012)


 

Al enfermo, ni agua

Seguro que habrán oído decir más de una vez: “al enemigo, ni agua”. Pues bien, “el enemigo” fueron los enfermos del centro hospitalario del Sescam, en Alcázar de San Juan, en cuyas dependencias colgaron un cartel que decía: “A partir de ahora, los familiares deben suministrar el agua a los pacientes. No viene incluida en la dieta”. Tras las protestas, volvieron a dar agua, tres días después. En el hospital de Albacete, hace un mes que la retiraron y pusieron fuentes en los pasillos… Si ya lo decía Gila. Además de mandar a los niños calientes al colegio, para ahorrar en calefacción, los enfermos tendrán que acudir a los hospitales con su propio botiquín, su agua, su bocata, su sonda y su orinal.

No termino de entender muy bien cómo somos un país, campeón de Europa, que puede permitirse pagar a sus jugadores de fútbol cuantiosas primas multimillonarias, y no nos llega para incluir el agua mineral en las dietas de los enfermos hospitalizados. Aquí hay algo que no encaja. Desde luego, no les voy a quitar el mérito a los chicos de la roja. Ellos al menos tienen que sudar la camiseta para ganarse el sueldo –algo que no hacen la mayoría de los políticos- pero claro, entre gol y gol de la selección nacional, hay que ver la de goles que nos ha metido el Gobierno a los ciudadanos, mientras estábamos pendientes de los partidos. Nos han subido el gas, las medicinas, la luz, los transportes…Y todo ello, sin vaselina,  mientras entonábamos el alirón y reivindicábamos el orgullo patrio. Vuelve el viejo lema: “Pan y circo”. Aunque en este caso haya mucho circo y poco pan.

Claro que no todo va a ser malas noticias. Leire Pajín, ex ministra de Sanidad del anterior gobierno socialista, dice que deja la política… por el momento. En realidad ha sido la política la que la ha dejado a ella. Pero no se preocupen, ya se ha buscado otro chollo, donde no la conocen, para seguir haciendo la revolución. Quizás se va para evitar que le pille el ERE que ha presentado el PSOE, para reducir considerablemente el número de sus empleados. Y eso que los partidos políticos se van a repartir este año 65 millones de euros para sus gastos de funcionamiento. Y digo yo, ¿por qué no se mantienen con las cuotas de sus afiliados?  ¿Por qué tienen que recibir tantas subvenciones por parte del Estado? Eso, además de que a nuestros representantes, que no nos representan, les pagamos los móviles, los taxis, los viajes, las comidas… por no hablar de los sueldos para toda la vida. ¡Ni que fuéramos los de Nescafé! 

Y luego está lo de la amnistía fiscal. Es decir, cómo blanquear dinero negro, con el beneplácito del Estado. O cómo convertir un delito, por obra y gracia del gobierno de turno, en una virtud. Y digo gobierno de turno porque el PSOE, que está en la oposición, ahora ha recurrido esta medida. Ya no se acuerda de que cuando ellos gobernaban, en el 84 y el 91, les dio también la fiebre blanqueadora, e hicieron lo mismo. Eso sí, el PP puso entonces el grito en el cielo.

Y hablando del cielo, otra buena noticia es que, por fin, han encontrado la llamada “partícula de Dios”. Les prometo que en cuanto me entere de qué va este trascendente descubrimiento, se lo cuento. Como soy de letras, no termino de ver la cosa. Eso sí, me alegro por la ciencia. Ya solo falta que descubran cual es el virus que ataca a los políticos de cualquier ideología, y a otras especies en el poder, para que vean lo blanco negro, se vuelvan poco sinceros, arrogantes, prepotentes y, en algunos casos, hasta corruptos… Está claro que debe ser algo contagioso.

(7 de julio del 2012)


 

'Desfinanciación'

Ahora ya lo entiendo. Cuando en el PP alguien dice que su mayor preocupación es el empleo, lo que está diciendo realmente es que el mayor objetivo de este Gobierno, en sus distintas modalidades, es la destrucción de empleo. Porque si nos fijamos en la política de hechos consumados, lo mejor que han sabido hacer desde que llegaron al poder, es cargarse puestos de trabajo. Y, por lo que se ve, van a seguir en ese empeño. La cosa está para echarse a temblar. El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha comenzará a despedir el mes que viene a 767 trabajadores interinos, siguiendo una política puesta en marcha por María Dolores Cospedal, en Sanidad, Educación y otros sectores. Una política que, según el flamante presidente provincial del PP en Albacete, Francisco Núñez –también presidente de la Diputación y alcalde de Almansa- ha sido refrendada por los militantes populares, en el Congreso que lo eligió.  Pues vale. Ellos estarán muy contentos con ellos mismos, y encantados de haberse conocido, pero mucho me temo que el resto de la humanidad no está nada satisfecha con sus políticas de destrucción de empleo.

Porque eso es lo que hacen, lo llamen como lo llamen ¡Y ojo con las diarreas estivales! No es que se hayan prohibido –todavía- por suponer un grave derroche en el marco de la distribución alimentaria de nuestro organismo. Cualquier ciudadano de a pie aún puede padecerlas… pero si desea tomar un medicamento para poner freno a ese incontrolado desperdicio de recursos intestinos, tendrá que pagarlo mucho más caro. ¡Nada de diarreas, no podemos permitírnoslas! No se puede desperdiciar así como así, de esa manera tan anárquica y sin una rentabilización conveniente, el alimento que ingerimos por la boca. Y no sólo en estos casos, más de 400 medicamentos de uso común, no serán financiados por el sistema público. Menos mal que la ministra del ramo, Ana Mato, -prefiero no decir lo que me sugiere su apellido- ha puesto el dedo en la llaga, ha dado en el clavo, y ha llegado al fondo del problema al proponernos que sustituyamos los fármacos por remedios naturales. ¡Toma ya! Y no es que me parezca mal, muchos ya lo hacemos porque forma parte de nuestra manera habitual de vivir… Pero dicho por un miembro del Gobierno, con la que está cayendo, me parece de un morrazo impresentable. ¡Ahora va a resultar que lo hacen por nuestro bien, para que llevemos una existencia más natural!

Nos manipulan, hasta con el lenguaje. Incluso se inventan palabras para justificar sus improvisaciones y desatinos. La última se llama “desfinanciación”… Debe ser del verbo “desfinanciar”, que se conjuga sólo en tercera persona del plural: ellos “desfinancian”. Lo “desfinancian” todo, oye. Menos “desfinanciarse” sus privilegios, cualquier otra actividad o gestión pública está sometida a la “desfinanciación”.

Pongamos un ejemplo cercano. La Universidad de la Experiencia, también está siendo “desfinanciada” por nuestro Ayuntamiento. La manera sibilina de cargarse este programa ha consistido en no pagar ni un euro, durante todo el curso, a los profesores que imparten las clases. Esto ha ocasionado que algunos hayan decidido no dejarse tomar más el pelo, y no volverán en octubre. No es la primera vez que esto ocurre. Ya pasó lo mismo cuando el gobierno municipal estaba en manos de PSOE-IU, siendo alcaldesa Carmen Oliver, y concejala de la cosa, Rosario Gualda.

Ha cambiado el gobierno local, pero las cosas siguen igual. Los que entonces se rasgaban las vestiduras desde la oposición, ahora actúan de la misma manera. ¿No se aburren al comprobar que algo cambia, solo para que todo siga igual?... o peor. Yo sí. Lo que me asombra es la habilidad común que tienen todos, para cargarse cosas que funcionan, y mantener lo que es inútil… ¿No créen que habría que “desfinanciarlos” a ellos?

(30 de junio del 2012)


 

Víctimas y viejos rockeros

Qué trabajito le ha costado marcharse a este señor. Me refiero a Carlos Dívar, que por fin dimitió esta semana como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, tras un vergonzoso, y yo diría ilegal, uso y abuso del dinero público para fines particulares. Eso sí, el hombre se considera una víctima. Eso dijo al dimitir, que se sentía “víctima de una campaña cruel y desproporcionada” ¡Toma ya!  Se gasta más de 28.000 euros del erario público en sus viajecitos de fin de semana, cenas privadas y auto homenajes varios, y resulta que es una víctima. ¡Qué cosas! La vida pública está tan pervertida, que los que cometen los delitos, se creen víctimas de los que sufrimos sus comportamientos corruptos. Otro como Urdangarín, Camps, Matas… y un largo etcétera. Pobres víctimas. ¡Qué pena me dan!

Esto no lo arregla ni el califa Julio Anguita. Le tengo respeto a este señor, que ha demostrado su coherencia muchas veces, incluso al renunciar a su sueldo vitalicio; cosa que no ha hecho nadie que se autodenomine de izquierdas, derechas, centro, delante o detrás. Pero mucho me temo que su propuesta para volver a la política y liderar un cambio, sólo va a tener eco en los que actúan como él y, por tanto, no tienen nada que cambiar. Los que necesitan cambiar son otros. Es decir, los que no tienen la más mínima intención ni el menor interés en hacerlo. Y tampoco ven razón en ello. Más bien se consideran “víctimas” de campañas de acoso por parte de los demás. Como siempre, Anguita estuvo lúcido al calificar la situación en este país de “estado de decepción”. Pero ya pasó el tiempo de los líderes –incluso los bien intencionados-  y si hay algún atisbo de solución a esta crisis vital que padecemos, no vendrá de la mano de ninguna plataforma cívica, social o política, integrada por viejos rockeros. Surgirá desde abajo, con personas anónimas que nunca han participado en la vida pública, que pondrán su conciencia y su capacidad de servicio, por delante de otros muchos intereses. No importa que no lo crean, ese día llegará, y las viejas y anquilosadas estructuras que ya no se sostienen, serán las ruinas sobre las que se construirá otra forma de vivir, mucho más acorde con estos nuevos tiempos, al servicio de los seres humanos.

Todo lo que no esté en esa línea, no tiene futuro. Como no lo tienen los partidos políticos, que no saben por dónde meterle mano a la cosa. Ahí tienen al Gobierno, que ha dilapidado en cuatro días la confianza que muchos ciudadanos depositaron en ellos. A los socialistas, que siguen a la greña y totalmente despistados. Leí que cuando celebren su conferencia política en noviembre, van a seleccionar a 30.000 “agentes electorales” para agitar el partido y conectar directamente “puerta a puerta” con los vecinos. ¡Dios santo, sólo nos faltaba eso! Por si no teníamos bastante con verlos en la tele, ahora nos los vamos a encontrar en el rellano de la escalera, cual Testigos de Jehová… ¡Socorro!

Aquí, en Albacete, no están mejor. Los críticos tienen impugnada la ejecutiva local, que dio la secretaría a Modesto Belinchón. Y ahora han impugnado también la última asamblea que se celebró el pasado fin de semana. La falta de diálogo y el desencuentro es tan profundo, que algunos militantes críticos están pensando integrarse en la corriente “Izquierda Socialista”, para estar en una plataforma reconocida, desde la que puedan actuar… Y aún hay quien se rasga las vestiduras porque no va a haber debate sobre el estado de la nación. ¿Para qué? Si sólo es un paripé para lucirse ellos en la tele y justificar un sueldo que no se ganan. Deberían cerrar el Congreso por vacaciones. ¡Para lo que sirve!

(23 de junio del 2012)


Agujeros negros

Mires donde mires, los agujeros negros protagonizan estos convulsos tiempos. Y no me refiero a los que existen en el centro de la galaxia, sino a esa zona de oscuridad que se ha ido instalando, durante años, en todas las instituciones públicas. No me extraña que en el último sondeo del CIS se refleje la desconfianza de los españoles hacia todas sus instituciones, así como la poca fe en el Gobierno para generar soluciones. Lo que me asombra es que exista mucha gente que todavía no se ha caído del guindo, a pesar de todo lo que se publica cada día, sobre cómo la podredumbre ha arraigado en la vida pública.

Confieso que a mí me encantan estos tiempos que estamos viviendo. Me llevo una inmensa alegría cada vez que sale a la luz lo que ha permanecido escondido durante años, bajo las alfombras palaciegas y las mullidas moquetas de los edificios que albergan a los distintos poderes. Y es que los agujeros negros generados en la oscuridad de determinados comportamientos, no pueden resistir a la necesidad de transparencia, verdad y honestidad que reclaman estos tiempos. ¡Qué época más bonita nos ha tocado vivir! A diario vemos cómo lo que no se sustenta en la sólida roca de la autenticidad, se desploma ante nuestros ojos… Y aún seguirán cayendo torres más altas.

Y todo ello a pesar de que los distintos poderes se aferran con uñas y dientes a sus comportamientos caducos, abusos de poder y privilegios, para mantenerse a flote en medio de este río de inmundicia que inunda la vida política y social de este país. Pero no pueden. Ya no pueden mantener oculto su reinado de oscuridad sobre el mal uso del dinero público y su hipocresía, a pesar de su propaganda basada en la mentira. Claro que el que hace la ley hace la trampa, y se escudan en mil triquiñuelas legales para evitar que nos enteremos de sus corruptelas. Nos dicen que comportamientos como el del presidente del Tribunal Supremo son “legales”. Y ahí los tienes, tapándose las vergüenzas unos a otros, y discutiendo si este señor tiene o no que dar explicaciones en el Congreso. ¡Por favor! O a la Junta de Andalucía, impidiendo que su actual presidente y su antecesor en el cargo, Griñán y Chaves, comparezcan en la comisión de investigación sobre el escandaloso fraude de los ERE. O el caso de Barreda, que según el informe del síndico de cuentas de Castilla-La Mancha,  gastó mil millones más de lo presupuestado en el 2010… Por no hablar de Bankia y de toda la basura en la que se asienta nuestro sistema financiero ¡Qué penoso! Luego se les llena la boca de palabras como transparencia, honestidad… ¡Vaya tropa!

Lo curioso del caso es que todos estos agujeros negros que impregnan la vida pública, no han florecido como las setas, de la noche a la mañana. Detrás de ellos hay muchas actitudes de prepotencia que han corrompido las instituciones y generado casos de corrupción, desde hace muchos años. Y que no habrían sucedido, si no hubieran contado con el aplauso de múltiples palmeros, que ahora se echan las manos a la cabeza, como si no tuvieran su parte de responsabilidad en este oscuro sainete... Se me ocurre que los escolares que protagonizaron un pleno infantil en las Cortes regionales, deberían haberse quedado durante toda la legislatura. Seguro que los chavales podrían aportar inocencia, honestidad, respeto hacia los ciudadanos y otros valores de los que ya ni se acuerdan los que ostentan puestos de responsabilidad. Sin duda habría más transparencia.

Para terminar, decir que el próximo sábado faltaré a mi cita con los lectores. Me esperan los Montes de León, donde podré airearme y andar por caminos menos utópicos, que los que recorro cada semana en estas páginas.

(9 de junio del 2012)


Sin conciencia

Gracias, de verdad, muchas gracias. Se las doy al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, quien ha tenido el detalle de no gastarse el dinero público, durante sus viajes a Marbella, en hoteles de lujo ¡Menos mal! No eran de lujo, sólo eran de cuatro estrellas… ¡Válgame Dios, les oigo decir esas cosas y no me lo puedo creer! Naturalmente, este señor no se ha planteado dimitir, ni tiene conciencia de haber cometido ninguna irregularidad. “Ni jurídica, ni moral, ni política”. Pues claro, hombre. Me pregunto ¿en qué mundo vive esta gente? No en el mío, desde luego, ni en el de la mayoría de los ciudadanos. Están tan pagados de sí mismos y los valores se han distorsionado de tal manera, que no tienen conciencia de haber hecho algo reprobable.

Otro inconsciente es el marido de nuestra presidenta regional, Dolores Cospedal, que finalmente ha recalado en Iberdrola, dos meses después de haber renunciado a formar parte del Consejo de Administración de Red Eléctrica Española “para no perjudicar a su esposa”, según dijo. ¿Qué pasa, que ahora ya le da lo mismo perjudicarla, o que don dinero sigue siendo el más poderoso de los caballeros? Ha debido pensar que, aunque la “perjudique” un poquito políticamente, ella se lo sabrá perdonar, porque la beneficia en su cuenta corriente. ¡Qué elástica puede volverse la moral al uso!

No me extraña que la Pantoja, implicada judicialmente en el “caso malaya” se queje por no recibir el mismo trato que la real esposa de Urdangarín. La cantante folklórica, muy cargada de razones, declaró: “Yo soy igual que la Infanta. Yo no soy consciente”. ¡Qué cosas! Pero es que lleva razón, los que ejercen los distintos poderes, no son conscientes. Viven en los mundos de Yupi, en otra galaxia, llena de estrellas, como los hoteles en los que se alojan. Y no se explican nada de lo que está pasando. Se preguntan por qué ellos, que siempre han hecho de su capa un sayo con total impunidad, tienen ahora que darnos explicaciones. ¡Están desorientados! Me dan una pena…

Ahí tienen a la pobre baronesa Thyssen, que tiene que vender un cuadro para pagar sus facturas. ¡Por favor, dónde vamos a llegar, ya no se respeta ni el arte!... Aunque para arte el del yerno del rey que cobró 300.000 euros en acciones de una inmobiliaria, por una asesoría verbal. Siempre he otorgado un gran valor a las palabras, pero Urdangarín, sí que es un artista. ¿Y quién supo valorar tanto su verbo florido? Nada menos que el empresario modélico Díaz de Mera… Sí, sí, el amigo de Barreda, el promotor del aeropuerto sin aviones de Ciudad Real. El mismo al que Caja Castilla-La Mancha, con Moltó al frente, otorgó préstamos millonarios que nunca devolvió. Una joya de “emprendedor”. ¿Qué le diría Urdangarín a Díaz de Mera para recibir toda esa pasta en acciones de una inmobiliaria?

Por cierto, esto me recuerda una viñeta de El Roto, en la que aparece Jesús, aclarando: “Quise fundar una Iglesia, no una inmobiliaria”. Porque hay que ver la que se ha montado con la posibilidad de que la Iglesia católica pague el IBI en determinados casos. El PSOE, que tampoco debe ser consciente de que dejó el poder hace solo seis meses, ha sacado ahora la vena laica que tenía guardada mientras gobernaba. ¡Vaya morro! Menos mal que no todos somos tan desmemoriados, y existen las hemerotecas. Yo, por mi parte, lo tengo claro: ¡Fuera privilegios! Sean para la Iglesia, los sindicatos, los partidos, los jueces o para la madre que los parió. Además, la Iglesia debería saber que esa es una polémica muy antigua, y ya resuelta: “al César, lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”. ¡Eso sí es una separación Iglesia-Estado!

(2 de junio del 2012)


 

Personas a nuestro cargo

A pesar de la crisis y de que el esperpento nacional prosigue su camino ascendente, la gente no pierde su sentido del humor. Al mal tiempo, buena cara, deben pensar los que difunden por Internet todo tipo de mensajes para reírnos de nosotros mismos y de la situación. Y es que la risa, la ironía y el buen humor, son armas cargadas de futuro, y la mejor vacuna contra los malos augurios y los agoreros. En uno de estos mensajes se nos recomienda que, cuando hagamos la declaración de la Renta de este año, correspondiente a 2011, no olvidemos consignar, en el apartado de “personas a su cargo”, a todos los miembros de la casa real, gobiernos centrales, autonómicos y municipales, diputados y senadores, asesores, cargos de confianza… y toda la legión cargos públicos que viven a nuestra costa.

Me faltaría espacio en esta columna para nombrarlos, por lo que ruego a cada lector que haga un ejercicio de memoria, para que no se nos olvide ninguno. Eso sí, no dejen de incluir al presidente el Tribunal Supremo, Carlos Dívar, por gastar nuestro dinero en veinte viajes a Puerto Banús. Aunque el hombre calificó como “una miseria” el dinero gastado, a la gente decente lo que nos parece miserable y poco ético es su comportamiento y el de cualquiera que justifique su conducta; incluyendo al teniente fiscal que ha archivado la denuncia por malversación de caudales públicos, interpuesta contra Dívar, por un vocal del Consejo del Poder Judicial. Lo suyo es que este señor hubiera dejado el cargo de forma inmediata pero, ¿a quién le extraña a estas alturas que no lo haya hecho? A nadie. Nos hemos acostumbrado tanto a convivir con la corrupción, que ya no extraña a nadie. ¡Porca miseria!

Tampoco se nos deben olvidar, a la hora de hacer la declaración de la Renta, las palabras del presiente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rouco Valera, quien ha amenazado con reducir la tarea asistencial de Cáritas, en el caso de que se obligue a la Iglesia a pagar el IBI por sus numerosas propiedades. Se ve que la jerarquía eclesial está dispuesta a aplicar aquello de que “la caridad bien entendida empieza por uno mismo” y, mezclando churras con merinas, Rouco ha soltado este improperio. Según leí en una información periodística, el presupuesto de Cáritas se acerca a los 250 millones de euros. Una buena parte de esos fondos, casi dos tercios, proceden de donantes privados. Otra parte, directamente de los contribuyentes que marcan la equis para la Iglesia, en la recaudación del IRPF. Y otra parte más, de la casilla del 0,7% que el Gobierno destina a “fines sociales”. Vamos, que salvo los locales, los recursos de Cáritas dependen poco de la Iglesia y también podemos incluirlos en el apartado de “a nuestro cargo”.

Siguiendo con las cosas que corren “a nuestro cargo”, me han llamado la atención unas palabras de la alcaldesa. Declara Carmen Bayod, en una entrevista publicada en este periódico, que “poner en marcha la ciudad me cuesta unos 370.000 euros diarios, que no me llegan”. Pues mira, no. Nos cuestan a nosotros, a los ciudadanos, que ya no llegamos para mantener a tantos políticos y asesores. Pero a ella no le cuesta ni un euro. También señala que “la administración no puede ni debe ser una fuente de creación de empleo”… ¿Lo pensaba hace un año? Porque si algo repitió Bayod, en campaña electoral, hasta la saciedad, fue que la creación de empleo iba a ser su prioridad. ¡Qué cosas!

Por cierto, los presidentes de diputaciones del PP en la región, serán los nuevos secretarios provinciales, tras sus próximos congresos. Este modelo ya lo utilizó el PSOE. Se trata de aprovechar el cargo institucional, que pagamos todos, para ejercer el cargo de partido… ¡Que no decaiga!

(26 de mayo del 2012)


¿Izquierda fraternal?

Según dijo en Albacete el poeta Luis García Montero, “la fraternidad es el objetivo fundamental de Izquierda Abierta”. Así, como lo oyen. Desde luego, nada que objetar a estas palabras. La fraternidad, concepto que figura en cualquier manual revolucionario y que ha estado y está en el ideario de numerosos grupos a lo largo de la historia, no sólo debería ser el objetivo del nuevo partido dentro de Izquierda Unida, sino de cualquier formación política y, en definitiva, de todo ser humano que se precie. Pero claro, las hermosas palabras son una cosa, y los hechos otra bien distinta.

Durante la presentación pública de este nuevo partido integrado en IU, Izquierda Abierta, tanto Luis García Montero como Gaspar Llamazares, dos de sus más conocidos impulsores, realizaron cierto ejercicio de autocrítica que, por ser algo inusual, se agradece. Si yo los hubiera escuchado en Madrid, por ejemplo, quizás hasta me hubieran esperanzado sus palabras, pero pronunciadas en nuestra ciudad, y conociendo la trayectoria de Izquierda Unida en esta provincia y región, sus buenas intenciones fraternales resultan poco creíbles.

Porque en el seno de Izquierda Unida ha habido de todo menos fraternidad. No me parece muy fraternal el desembarco de nuevos militantes con el objetivo de amañar asambleas para dar un golpe de timón en la dirección. Tampoco me parecen muy fraternales los apoyos al PSOE en el anterior gobierno municipal, aún a costa de incumplir los propios acuerdos asamblearios. Más bien, lo que ha hecho una parte de IU, que ahora se integra en Izquierda Abierta, es practicar “una política de exclusión, crispada y confrontada”, de la que se quejó Llamazares, con sus propios compañeros.

Hombre, si ahora resulta que los que han practicado esto, se reconvierten por obra y gracia del nuevo partido, y empiezan a ejercer la fraternidad que predican, bien llegados sean a esa otra manera de hacer política que preconizaron García Montero y Llamazares. Porque somos muchos los que llevamos tiempo diciendo que los partidos –IU, IA o lo que sea- son organizaciones caducas y obsoletas, tendentes a la desaparición. ¿Se habrán dado cuenta ya de esta realidad que no han querido ver? Porque claro, cuando algunos hemos criticado actuaciones similares a las que ahora se censuran desde Izquierda Abierta, no nos fusilaron al amanecer, porque no estaba bien visto. Pero ganas…

En fin, se ve que Llamazares y García Montero tienen más amplitud de miras que los que andan por estos lares. No en vano afirmaron tajantemente que “el cierre de filas dogmático es una especie de suicidio”. Aunque eso sí, no aclararon si los “dogmáticos” son sus compañeros del Partido Comunista, los de Izquierda Unida en general, o ellos mismos, en particular. Lo cierto es que por aquí ha habido mucho sectarismo y poca fraternidad.
También salieron a relucir los acuerdos de coalición con el PSOE. Aunque partidarios de ellos, como mal menor, Llamazares terminó diciendo que “no dan resultados” porque al final tienen que volver a confrontarse electoralmente con los que antes han pactado. Y porque en el PSOE “no hay voluntad de construir un frente de izquierdas”, ya que los socialistas están instalados en la “teoría del paréntesis”: el PP dura cuatro días, y después vuelven a gobernar ellos.

¡Válgame Dios, no me puedo creer que tantas mentes pensantes, no se hayan dado cuenta hasta ahora de todo esto! Se ve que los que no vivimos de la política, estamos más lúcidos. Alguien del público les vino a decir que si no se habían dado cuenta de que esos pactos no les favorecían nada. También les mencionaron los recortes en Andalucía, del recién estrenado gobierno de coalición entre socialistas e Izquierda Unida. Por lo que se dijo, en este caso sí están justificados esos recortes, porque no hay más remedio… ¡Eso sí es fraternidad, y lo demás son cuentos!

(19 de mayo del 2012)


 

Comuniones... con ruedas de molino

No hay duda de que estamos en época de comuniones. El mes de mayo siempre ha albergado este tipo de celebraciones religiosas. Quizás por eso el Gobierno ha elegido estas fechas para hacernos comulgar… con ruedas de molino. Sí, me refiero a la intervención, primero, y nacionalización, después, de Bankia. ¿Cómo se traga y se digiere que no haya dinero para Educación, Sanidad y otros servicios básicos, y se dispongan miles de millones de euros para rescatar a los bancos? No me sirven las lecciones de macroeconomía. Tampoco las exigencias de Europa y del mercado financiero, para mantener sistemas anti-personas. Como dicen los del 15-M, no es que yo sea anti sistema, es el sistema el que está en mi contra… Luego se extrañan de que este movimiento conecte con tantos ciudadanos.

Además de las comuniones con ruedas de molino, este es un mes de aniversarios. Aunque en algunos casos los dos conceptos van muy unidos. Por un lado, los Reyes celebran sus bodas de oro. Bueno, lo de “celebrar” es un eufemismo. Ya ha dicho la Casa Real –que no para de mentir y desmentir- que no habrá celebración oficial. ¡Qué cosas tiene la realeza! ¿Nos querrán hacer creer que es por austeridad? A cambio, nos han obsequiado, para que las veamos en la tele, con un álbum de fotos familiares de los Reyes, cuando eran jóvenes y felices. Con estas tiernas imágenes, nuestras tragaderas digieren mejor las ruedas de molino.

Otro aniversario de este mes es el de las elecciones municipales y autonómicas, que arrebató el poder local y regional a los socialistas. Para celebrarlo, el Gobierno del PP ha hecho público un archivo secreto, que no es como el del Vaticano, “Lux in arcana”, pero que nos ha mostrado cientos de cajas con miles de regalos institucionales de la era Barreda. Desde televisores de plasma, hasta ordenadores, camisetas, paraguas, sofás… ¡Alucinante! ¡Viva el derroche con dinero público! Bono tenía fijación con los relojes. Regalaba Rolex a los vips, y en los pueblos repartía  “el suyo”, quitándoselo de la muñeca, para sustituirlo, cuando no le veían, por otro de los muchos que llevaba en el coche. Lo de Barreda es aún peor. La guinda del pastel es que, entre los libros regalados y editados por la Junta, hay uno escrito por su señora, la ex diputada socialista Clementina Díez… En dos palabras: sin vergüenza.

Otro de los aniversarios es el del 15-M, que reavivó hace un año la ilusión y la esperanza de muchos ciudadanos, de que conseguir un mundo mejor, más justo y solidario, no era una utopía imposible. Ahora, doce meses después, este movimiento sigue siendo imprescindible. Su andadura no ha resultado fácil. Primero, por querer hacer las cosas de otra manera y, segundo, porque algunos partidos políticos se han aprovechado de él. A pesar de todo, el tiempo les dará la razón. No se le pueden poner puertas al campo y, como decía una de sus consignas: “nuestros sueños no caben en vuestras urnas”. Los míos, desde luego, no. Sigamos soñando con días más luminosos, a pesar de las amenazadoras sombras sobre nuestras cabezas.

Pero lo más impactante de la semana no ha sido el despropósito del Gobierno con Bankia, ni los problemas conyugales de los Reyes, ni el despilfarro socialista de la Junta. Lo más humanamente interesante ha sido la noticia de que Juan Ramírez de Lucas, nuestro Juan Ramírez de Lucas, el que fuera director del inexistente Museo de Artesanía Popular, fue el último amor de Federico García Lorca, antes del fusilamiento del poeta. Un secreto que él se llevó a la tumba, y que se desvela ahora en un libro… Y es que los seres humanos somos una caja de sorpresas y de insondables misterios… Como dice un amigo mío: ¡Qué sabe nadie!

(12 de mayo del 2012)


Credibilidad: cero

Respiren profundamente. Llenen los pulmones de aire y espiren, saboreándolo. Aprovéchense, respirar es una de las pocas cosas que aún podemos hacer gratis. Si hubiera alguna forma de cobrarnos por el aire que respiramos, no duden de que nos lo cobrarían. Eso sí, siempre por el bien del país y para no caer más en picado en la recesión. En la nuestra, claro, que cada vez estamos más “reveníos”, mientras ellos siguen subidos en la burra. Vía Internet me llegaron las portadas de una revista de humor. En una de ellas aparece un hombre con una chistera, asomando la cabeza por encima del agua, que dice: “Estamos con el agua al cuello”. Lo gracioso del chiste es que este individuo en cuestión, está subido sobre los hombros de otro hombre, totalmente sumergido en el agua.

Lo curioso de esta imagen, muy elocuente, es que no es de ahora. Pertenece a una portada de aquel magnífico semanario de humor: “Hermano Lobo”, y data del año 1973, cuando aún vivía Franco. Sin embargo, es de total actualidad. Lo mismo que otra portada, en la que el político de turno habla en un mitin, mientras uno de los asistentes le pregunta al de al lado: “¿Qué dice?”, y éste le responde: “nada, está prometiendo”. Y es que cuando los políticos prometen, los de antes y los de ahora, es como si no dijeran nada. Su credibilidad es cero. Ahí tienen al gobierno del PP, que ha incumplido en un tiempo récord sus más significativas promesas electorales. Antes que ellos, las incumplieron los socialistas, y aún antes, los que gobernaban en esos tiempos de dictadura o de democracia. ¿Cómo es que la clase política ha evolucionado tan poco desde hace 40 años? Con el agravante de que nuestro actual sistema democrático tiene ya su andadura, y buena parte de los políticos de ahora lucharon contra el régimen de Franco. ¡Qué poco hemos aprendido!

No son sólo los políticos los que no tienen ninguna credibilidad. Ahí tienen a la Monarquía. ¿Nos va a contar el rey ahora que todos los ciudadanos son iguales ante la ley? Y su yerno, ¿nos va a decir que demostrará su inocencia, mientras bajo cuerda pretende negociar una salida airosa, que no implique aún más a la familia real, y le libre de la cárcel? Todos mienten, su credibilidad es nula. Nadie, que no sea muy iluso, cree una sola palabra de lo que nos cuentan los políticos. Y sin embargo el sainete sigue representándose en escenarios de lujo, al calor de los focos y las alfombras rojas, para deleite exclusivo de sus propios protagonistas. ¿Hasta cuándo vamos a seguir ejerciendo de palmeros para que ellos continúen con su parodia?

Esta semana he visto muchas fotos de cargos públicos del PP, asistiendo a romerías, fiestas y saraos variopintos. He visto al presidente de la Diputación vestido de templario en las fiestas de su pueblo. Y a la presidenta de la comunidad, participando en la romería de la Virgen del Valle. Otros, no se han perdido la romería de la Virgen de Cortes. ¡Ay señor, lo que hay que hacer para seguir protagonizando el sainete! Eso sí, la Cospedal ha mandado un mensaje de “esperanza y aliento” para los parados. ¡Qué cosas!

Lo que necesitan los parados es trabajo, no discursos. Necesitan recuperar la dignidad que están perdiendo, mientras otros siguen cobrando sumas indecentes y millonarias. Necesitan que se les considere y se les trate como personas, y no como porcentajes o decimales. Necesitan dejar de ser mercancía electoral. Porque los discursos vacíos, las promesas que no se cumplen, las consignas partidistas para quedar bien en los medios, y las palabras huecas que se lleva el viento, no tienen ninguna credibilidad. ¡Menos romerías! “A Dios rogando, y con el mazo dando”.

(5 de mayo del 2012)


Trabajar por placer

El Gobierno suizo va a debatir un proyecto de ley para que el Estado otorgue a todos los ciudadanos, que no quieran trabajar, un subsidio base de 2000 euros, que les garantice la cobertura de sus necesidades básicas de vivienda, alimentación y transporte. La finalidad de este proyecto es que “la gente trabaje por placer y no por obligación”. ¿Se imaginan qué pasaría en España si aquí se aprobara una Ley similar a la que se quiere aplicar en Suiza? No hace falta ser adivino para saber que habría que cerrar el país entero, por vacaciones.

No, hoy no es 28 de diciembre, no es una inocentada, la noticia es auténtica. Lo que les propongo es un ejercicio de imaginación para que visualicen lo que podría ocurrir en España si ofrecieran un subsidio de esta cuantía y se pudiera elegir entre trabajar o no. Lo dicho, tendríamos que cerrar el país. Al margen de que no podríamos permitirnos algo así, nuestros genes deben ser diferentes a los de los suizos. Así y todo, se asombrarían al comprobar la cantidad de gente que disfruta con su trabajo y seguiría haciéndolo, aunque no se vieran obligados a ello para su subsistencia. Pero no nos engañemos, el nombre de este grupo no es legión, sino minoría.

Hace unos días leí que la concejala de IU en el Ayuntamiento de la capital, proponía que todos los ediles de la corporación volvieran a sus puestos de trabajo y renunciasen a sus sueldos. ¡Sí, en eso están pensando ellos! La cuestión es que esta propuesta no es ningún disparate, ni algo que no pueda hacerse. Ya se hizo en el pasado. Hubo un tiempo, durante las primeras corporaciones, en las que sólo el alcalde y quizás otro concejal del equipo de Gobierno, estaban liberados. Los demás curraban y asistían a plenos y comisiones por las tardes. ¿Por qué no volver a hacerlo? Y no estoy hablando de concejalías “marías”, sino de áreas tan importantes como Hacienda. Me viene a la cabeza el concejal socialista Miguel Muñoz, que trabajaba en un banco por la mañana, y en el Ayuntamiento por la tarde, donde ejercía un férreo control del gasto público. Además de revisar las cuentas con un diminuto lápiz, que alargaba con un portalápices, para que le durase más… ¡Igualico que ahora!

Ignoro si la concejala Victoria Delicado lanzó esta propuesta de forma demagógica, sólo para quedar bien de cara a la galería. Pero si su intención era sincera, no debería esperar a que los demás la aceptasen. Debería dar ejemplo y renunciar a su sueldo, volviendo a su puesto de trabajo, al margen de lo que hagan los demás. Si las buenas ideas no van seguidas de buenas acciones, se quedan en pura demagogia. ¡Y de eso, estamos ya bastante hartos! Obras son amores, que no buenas razones. Supongo que la ley lo permite, puesto que se hacía en el pasado. Y si no, que cambien la ley. Las leyes están hechas para los hombres, y no los hombres para las leyes.

Y para demagogia, la que se gasta la diputada del PP, Maravillas Falcón, que ha soltado otra de sus ocurrencias: “No podemos estar costeando a todos los estudiantes que no son buenos” ¡Genial! ¿Y a los políticos? ¿Podemos costear a todos los políticos que no son buenos? ¡Porque nos salen mucho más caros que los estudiantes! Además, el discurso de Falcón es muy peligroso. Luego a luego, tampoco podremos costear a los viejos, enfermos, a los que no produzcan o a los que no piensen según la doctrina oficial. ¡Ay señor! ¿Qué vamos a hacer con los estudiantes que “no tienen capacidad”, según doña Maravillas?  Bueno, si sus padres tienen pelas y se lo pueden costear, estudiarán… Si no, siempre se podrán dedicar a la política.

(28 de abril del 2012)


 

El cazador cazado

Como un niño. Así se dirigió el Rey a los españoles para decirnos que se había equivocado, y que no volverá a ocurrir. Los asesores reales debieron pensar que, como los españoles aún somos menores de edad, lo mejor es que nos hablase en nuestro propio idioma infantil. Pregunto: ¿En qué se ha equivocado, qué es lo que no volverá a ocurrir? ¿Las cacerías en general, las de elefantes en particular, o la caída que propició la rotura de cadera? Porque, claro, si no llega a ser por la caída y la necesidad de operarse, no nos enteramos de que el Rey -el mismo que dijo en un reciente discurso que no podía dormir a causa del desempleo juvenil- estaba en África de safari. Lo cual me parece una soberana tomadura de pelo hacia todos los ciudadanos. Que, por cierto, coincidió con el día de la República y el aniversario del hundimiento del Titanic. Lo reseño para los que nos gustan las señales que envía la vida.

Claro que, según pretenden algunos políticos, el incidente ya está zanjado con las tibias disculpas reales. Los palmeros de turno deben estar afilando las manos para volver a dedicarle varios minutos de aplausos, en cuanto el monarca haga su primera aparición pública. Por lo visto, en esta democracia de pandereta que tenemos, el Rey sigue siendo intocable, haga lo que haga, y los que hace cuatro días lo criticaban como rufián, ahora lo defienden como héroe. ¡Qué país! Menudo espectáculo circense han dado todos. La propia familia real: la infanta Elena no se había enterado de nada, porque estaba trabajando –será en el alambre- además de ocuparse de su hijo, claro, que no sabemos si se disparó limpiando escopetas, haciendo prácticas de tiro o tirando al plato. El Gobierno, que no sabía, pero sí sabía dónde estaba el Rey y lo qué hacía. Los socialistas, que no comentaban las actividades privadas del monarca… En fin, vaya tropa tenemos, que se esconden la miserias unos a otros. Aunque un tal Urdangarín debió frotarse las manos con el resbalón del suegro. Puede que la cadera del Rey se haya arreglado con una prótesis, pero creo que la monarquía española necesita algo más que prótesis para recomponerse.

De todos los despropósitos el que se ha llevado la palma ha sido Gallardón al decir que el Rey es “el principal activo de la democracia española”. No, hombre, no, está muy equivocado. El principal activo de la democracia española somos nosotros, los ciudadanos. El gobierno, la oposición, todos los políticos, sólo son nuestros empleados temporales. ¡Qué pronto lo olvidan! Y el Rey, cabeza de la monarquía parlamentaria y jefe del Estado, también es un empleado, que ahora mismo no está haciendo bien su trabajo de servicio a los españoles. ¿Que para muchos sí lo hizo en el pasado? Vale, para otros, no. Pero ahora no hablamos del pasado, sino del presente, y eso de que tenga patente de corso y que su figura escape a todos los controles democráticos, debe pasar definitivamente a la historia. ¡A ver si va a resultar que tiene ascendencia divina y su poder emana de Dios, como en la Edad Media! ¡No te digo!

Insisto, todo este sainete, impropio de una democracia real, me parece una soberana tomadura de pelo. El cazador ha sido cazado, y este lamentable suceso no es más que la punta del iceberg –como el que provocó el hundimiento del Titanic- de una institución llena de sombras, hipocresía, falta de transparencia y oscuros intereses. Y no, los ciudadanos no somos niños pequeños a los que se les conforma con decir que no volverá a ocurrir. No necesitamos tutelas reales ni que nos digan lo que tenemos que pensar. Somos mayorcitos… aunque lo demostremos poco. ¡Ya está bien!

(21 de abril del 2012)


 

Mi padre

manuel villada

El pasado martes murió Manolo, mi padre. Se tomó su tiempo. Lo hizo despacio, con calma, como había hecho todo a lo largo de su vida. No sólo ahora, que era un anciano, de joven tampoco tenía nunca prisa. Dos días antes de morir me dijo con convicción: “yo ya no hago nada aquí”. En ese momento supe que había aceptado la muerte y que quedaba muy poco para que se fuera. En los últimos momentos casi no podía hablar, apenas le entendíamos, pero la noche anterior a su fallecimiento volvió a expresarme su mayor deseo con total lucidez. Me dijo en un susurro, mientras yo le preguntaba si quería un vaso de leche: “lo que quiero ya es descansar”. Pocas horas después cumplió su deseo y abandonó el cuerpo débil y cansado, que ya no era capaz de albergarle.

Mi padre murió en su casa, con su familia. Rosa María, mi madre, con la que se casó hace 58 años, le cogía la mano en el momento de su muerte. Expiró de manera natural. Había llegado su hora después de 84 años de vida. No estaba enfermo. No pasó por ningún hospital. Se fue consumiendo como una vela, poco a poco, sin prisas. Pero no perdió su intensa luz ni su peculiar sentido del humor. La mayor parte del tiempo mantenía los ojos cerrados a esta realidad. El mundo exterior dejó de importarle, se volcaba en su interior. Era fácil verle sonreír mientras dormía o ensoñaba. Parecía como si estuviera escrutando otros mundos, a los que sólo él tenía acceso. Se preparaba para la muerte.

Dicen que cuando uno muere ve pasar toda su vida, de forma rápida, como si se tratase de una película. No sé si mi padre la habrá visto, pero yo sí he visto pasar ante mí muchos recuerdos desde la infancia. Cuando me llevaba al parque y echábamos migas de pan a las palomas y a los peces que había en el estanque. Cuando llegaba a casa del trabajo y todos los días me traía una chocolatina. Yo se la enseñaba a mi hermano José Ramón, que era un bebé tumbado en su moisés, mientras le decía: “mi papá me ha traído una chocolatina, y a ti no”. Le he visto contándome cuentos todas las noches, alumbrando con su linterna mis pesadillas.

Y los domingos por la mañana cuando mis hermanos Mane, José Ramón y yo, nos metíamos en su cama a escuchar las historias de un negro que conoció en África, llamado “Maloco”, y de cómo un león le hizo una cicatriz de un zarpazo… Mi padre nunca estuvo en África, y la cicatriz que cruzaba su espalda se debía a una operación de pulmón. También he visto nuestros desencuentros, durante mi adolescencia y juventud, cuando mis ansias de libertad y mis ideales chocaban frontalmente con la disciplina que pretendía imponerme. He visto cuando nació mi hijo Sergio y le hice abuelo por primera vez… Después vinieron más nietos, nueve en total, y un bisnieto.

Unos días antes de que mi padre empezase a apagarse, tuve un sueño muy vívido y significativo. Yo quería regalarle un pájaro. Fui a comprarlo y me mostraron una gran jaula atestada de ellos. Estaba tan llena, que los animalitos no se podían mover y se apretujaban contra los barrotes. Enfadada, le dije al vendedor: “yo no quiero esos pájaros, quiero uno que vuele libre”. Entonces apareció un hermoso pájaro sobrevolando nuestras cabezas, y grité: “¡Ese, ese es el pájaro que quiero!” Me desperté bruscamente con la sensación de que el sueño me estaba transmitiendo un importante mensaje. Ya no tengo ninguna duda. En realidad me estaba anunciando que el espíritu de mi padre pronto dejaría su jaula para volar libremente, como el pájaro de mi sueño… ¡Vuela, vuela alto, papi!

(14 de abril del 2012)


Cabreo general

Más allá de la habitual guerra de cifras que se produce en estos casos, el rechazo a la reforma laboral de Rajoy tuvo muchos seguidores. Y todo ello sin contar a los que, aún rechazando esta reforma, no pudieron hacer huelga porque no tienen ningún trabajo al que poder faltar. O aquellos que no pueden permitirse el lujo de perder el salario de ese día. O a esos otros que no han secundado la huelga, no porque estén de acuerdo con las reformas, sino porque no han querido hacerles el juego a unos sindicatos que fueron cómplices con los socialistas de la situación que ahora vivimos.

Está claro que nunca han existido tantos motivos como ahora para hacerle una huelga al Gobierno. Pero también está claro que existían muchas razones para no secundarla. Y en medio de los argumentos a favor o en contra, un denominador común: el cabreo. Más que una huelga general, lo que hubo fue un cabreo general ¡Y si no que se lo pregunten a la alcaldesa y a todos los que protagonizaron la movida del pleno, dentro y fuera del Ayuntamiento! Oye, como en los viejos tiempos. Vuelve lo retro.

Unos estaban cabreados porque no les dejaban trabajar, otros porque no podían manifestarse. Y la inmensa mayoría, porque están hasta el moño de los unos, de los otros, y de los de más allá. No sé si la huelga conseguirá frenar la reforma laboral, lo dudo. Pero de lo que no tengo ninguna duda es de que la división social se ha ahondado más todavía. De que la brecha entre “la izquierda y la derecha”, como ellos se denominan, es ahora más pronunciada y de que, en medio de sus rifirrafes, existe una inmensa mayoría de trabajadores y ciudadanos, que también estamos muy cabreados. Y digo estamos, porque me cuento entre ellos.
¿Cómo no estar cabreados? Un día antes de la huelga se difundió la noticia de que el Congreso de los Diputados ha encargado a un pintor que haga el retrato del expresidente de la Cámara y socialista de pro, don José Bono, por el módico precio de 82.600 euros. O lo que es lo mismo, casi catorce millones de las antiguas pesetas. Una auténtica inmoralidad en estos tiempos, que es para estar cabreados.

Pero, en fin, esto son detallitos a los que los partidos políticos –los que gobiernan y los que ahora se manifiestan desde la oposición-  parecen no dar importancia. Como tampoco se la han dado al hecho de que la abstención en las elecciones andaluzas del pasado domingo fuera de casi el 38%; más de diez puntos que en los anteriores comicios. Vamos, que los que se abstuvieron sumaron 2.353.000, mientras que el partido más votado, el PP, obtuvo 1.577.000 votos. Y algo así, que ganen los que no votan, es noticia. A la vista de los resultados electorales, con la corrupción que existe, reconforta que más de dos millones de personas hayan demostrado su cabreo con todos, no yendo a votar.

Ahora, para mantener el cortijo, el PSOE lo tendrá que compartir con IU. Pero no creo que haya ningún problema. Ya están acostumbrados a apuntalarse mutuamente cuando se necesitan. En cuanto al PP, después de perder más de cuatrocientos mil votos desde las generales, lo mejor que podía hacer Arenas es jubilarse de la política; aunque nos hayan querido vender su fracaso como un éxito electoral. ¡Qué curioso, una vez más, todos han ganado!... Y en el fondo llevan razón. Como en el palé, la banca siempre gana. Son los ciudadanos los que pierden… Y qué vamos a decir de Asturias patria querida, si la llave del Gobierno la tiene el partido que menos representación ha obtenido. ¡Cosas de esta democracia de pandereta! Aunque allí se lleven más las gaitas.

(31 de marzo del 2012)


La ley del embudo

No nos enteramos. Siempre digo que son los políticos los que no se enteran. Rectifico. Somos nosotros los que no nos enteramos. No queremos darnos cuenta de que, por mucha operación de imagen que se gasten, los hechos y la cruda realidad son inamovibles. La semana pasada me refería a la contratación del marido de la Cospedal –que no llegó a efectuarse- por parte de Red Eléctrica Española.  Sería lógico que el escándalo que se montó hubiera servido de algo. Pero no. Ahora, el contratado como asesor jurídico en Telefónica es el marido de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Colocar a la familia sigue siendo rentable y, como digo, somos los ciudadanos los que no queremos aceptar que los políticos no van a renunciar a sus privilegios. Una pena.

He visto una viñeta de “El Roto” en la que se ven las sombras de unos hombres, y abajo pone: “Políticos en la oscuridad, acordando medidas de transparencia”. Creo que este dibujante refleja a la perfección el espíritu de nuestra vida pública. Ahora el gobierno del PP va a proponer una ley de transparencia para que sepamos el uso del dinero público. Bienvenida sea, pero llega demasiado tarde. Llega in extremis, cuando la gente ya se ha hartado de comprobar cómo la corrupción se ha instalado en nuestras instituciones, propiciando numerosos escándalos por parte de cargos públicos de distintos partidos.

En los últimos días, los medios de comunicación han hablado más de procesos judiciales a políticos, que de economía. ¡Que ya es decir! Pero los partidos siguen haciendo como si la cosa no fuera con ellos. Ahí tenemos el caso de Jaume Matas –que no irá a la cárcel- de los vergonzosos Ere en Andalucía, de la trama Gürtel… Y oye, es como si los políticos corruptos que los protagonizan hubieran salido de la nada y ningún partido, aunque hayan militado en sus filas, tuviera que ver con ellos. Eso sin hablar de los urdangarines de turno. Casos, todos ellos, en los que, por mucho que nos digan, los procesados no son tratados de la misma forma que un ciudadano corriente. Más bien se utiliza la ley del embudo. Que no sé si figurará en nuestro código penal, pero que es de aplicación diaria.
Y hablando de la ley del embudo, el PP ha hecho, una vez más, lo que tanto criticaba. Propaganda sobre la reforma laboral, en un vídeo que más parece una versión de “Alicia en el país de las maravillas”, que una información seria y veraz. Sólo les ha faltado decir eso de: “Gobierno de España”. El vídeo es absolutamente impresentable y no menciona las facilidades para el despido. Tuvo que ser retirado por la Junta Electoral, ante los comicios de mañana… Aunque me parece que nadie se cree esas patrañas que nos venden.

Y puestos a vender, hasta nos han vendido una Constitución de hace 200 años, como si fuera la panacea ideológica para afrontar la situación actual. ¡La de saraos que se han montado a costa de “La Pepa”, y la lata que han dado! Supongo que los distintos poderes se han querido hacer un autohomenaje pero, francamente, algunos de los artículos de esta Constitución dejan mucho que desear en estos tiempos. Las mujeres, por ejemplo, ni siquiera eran consideradas ciudadanas. Y aunque nos dicen que promulgó la separación de poderes, lo cierto es que definía el Estado como confesional católico, prohibiendo cualquier otra religión.

Vale, es lo que había en 1812, ¿pero a qué viene tanto elogio ahora? … Encima, en su artículo 13 recogía, de forma paternalista, que “el objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación”… ¡No fastidies! Prefiero ser yo la responsable de mi felicidad, sin que el Gobierno intervenga… Sólo faltaba que nos dijeran por ley cómo ser felices. ¡No te digo!

(24 de marzo del 2012)


La familia

Fue visto y no visto. Sólo unas horas mediaron entre la noticia del nombramiento y la renuncia al cargo del marido de María Dolores Cospedal, como miembro del Consejo de Administración de Red Eléctrica Española. Según dijo, renunciaba a este puesto porque no quería perjudicar la carrera política de su esposa. Se ve que el hombre es muy considerado. Y además de considerado, debe ser un poco despistado, porque no se enteró muy bien de cuál era la  empresa en la que iba a entrar, pues suponía que ésta tenía mayoría de capital privado, y no haría nunca gestiones con las administraciones públicas… Como, pongamos el caso, con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que preside su mujer. ¡Válgame Dios, qué despiste más tonto! Y eso que Ignacio López del Hierro ya tiene experiencia en esto, porque actualmente forma parte de los consejos de administración de tres empresas.

Casualmente, también iba a entrar en el mismo consejo de administración, Alberto Nadal; hermano del que fuera diputado “paracaidista” por Albacete, Álvaro Nadal, hoy jefe de la oficina económica de la Moncloa y asesor de Rajoy. Éste también renunció al cargo al rato de haberlo aceptado. Según dijo, “por la interpretación que habían hecho algunos medios”, y para “no empañar” su trayectoria profesional ¡Toma ya¡ ¿Y cómo quería que lo interpretasen los medios? No hay muchas maneras, sólo se puede interpretar como lo que es: que a estos dos señores les daban estos cargos, con unos considerables sueldazos, por ser familiares de quienes son. 

O sea, por los mismos “méritos” que colocaron a la señora del presidente de la Diputación en la Subdelegación del Gobierno. Y eso, con la que está cayendo, la gente lo lleva fatal. Supongo que al ver las reacciones del personal –el mismo día que anunciaron que nos iban a subir el recibo de la luz- pensarían que como ya tenían otros chollos, pues tampoco era necesario pagar el desgaste político que suponía aceptar los cargos… Sólo que lo pensaron tarde, y el daño ya estaba hecho.
¡Ay, la familia!, que diría Vito Corleone, ahora que estamos celebrando el aniversario de El Padrino. No me extraña que, 40 años después, esta película tenga tanto éxito. Me refiero a la gran familia, la consanguínea y la otra. La familia política. Y no hablo de suegras y cuñados. Sino de ese parentesco sectario que se genera en los partidos y propicia que “los suyos” tengan asegurado un retiro dorado en distintos consejos de administración, en los que cobran cifras astronómicas por ejercer de floreros. Y si no que se lo digan a la ex vicepresidenta Salgado, a la que también han premiado por lo bien que lo hizo. Y es que en esto, no hay colores. Ex cargos públicos socialistas y populares tienen copado el mercado. Muchos vivieron de la política y lo siguen haciendo en las direcciones de empresas, aunque estén jubilados. Por no hablar de los negocios familiares.

Luego están otros que, aunque no pueden ofrecer un gran sueldo, prometen “un trabajo fijo”. Así reza el vídeo que la Conferencia Episcopal ha difundido para propiciar las vocaciones sacerdotales, coincidiendo con el día del Seminario. ¿No parece un poco oportunista que con el desempleo que tenemos, la Iglesia te ofrezca “un trabajo fijo” si te haces cura? Aunque, al fin y al cabo, con este curro siempre se puede obtener bienes eternos y un enchufe para ganar el cielo. No es lo mismo que un consejo de administración, pero… Por otro lado, han actuado como lo hacía la Inquisición al censurar libros y la actividad profesional del conocido teólogo José Tamayo, en nombre de la Fe. Todo un ataque a la libertad de pensamiento y expresión.

¡Ay Señor! como diría Mafalda, que también celebra aniversario: “¡Paren el mundo, que me quiero bajar!”

(17 de marzo del 2012)


A la greña y desunidos

Metidos ya en la campaña electoral para los comicios andaluces, parece como si la fecha del 25 M fuera a marcar el inicio de más penurias para la ciudadanía española. Hasta que no se sepan los resultados electorales no habrá Presupuestos ni en el Estado ni en las sucursales autonómicas, provinciales y locales. Y muchos nos tememos que, a partir de entonces, una vez que los ciudadanos hayan votado, se levantará la veda a más despidos y recortes públicos. Recortes que no pasan por los sobresueldos de sus señorías, ya que los dos partidos mayoritarios se han mostrado contrarios a una propuesta de UPyD para que se retire la paga por alojamiento y manutención a los diputados elegidos fuera de Madrid, llamados “cuneros”, pero que residen en esa ciudad. Desde el PSOE se calificó la propuesta como “populista”, mientras que el PP consideró que era “demagógica”. Claro, normal. Estos dos partidos no hacen nunca ni populismo ni demagogia… y menos con sus sueldos.

Pero no sólo sigue revuelto el patio en lo económico, también en lo político; aunque nos vendan vacías consignas de unidad. Que se lo pregunten al PSOE, que celebró su congreso provincial el pasado domingo. Como estaba previsto –siempre es así- se alzó con la victoria el representante del aparato, Manuel González Ramos, al que lo mismo utilizan para un roto que para un descosido, por aquello de que los que controlan el partido están más vistos que el TBO y, además, tienen muy mala imagen. Pues bien, durante la comida de este congreso se produjo una desagradable escena de enfrentamiento entre el secretario provincial saliente, Paco Pardo, y el ex concejal de Urbanismo, Roberto Tejada. Hubo voces e insultos, con mención expresa a las respectivas madres. ¡Todo muy edificante, en plan unidad!

La bronca se había iniciado durante la intervención de Roberto Tejada que tuvo la osadía de hacer algunas preguntas. A saber: Dónde se había decidido quitar de la alcaldía a Manuel Pérez Castell y por qué habían arrebatado a la ex alcaldesa, Carmen Oliver, la función de portavoz municipal. Eso, además de pedir que se restituyera en sus puestos a dos antiguos trabajadores del partido, que fueron despedidos tras perder las elecciones.
Pardo respondió a Tejada que la decisión de quitar la alcaldía a Pérez Castell, se había tomado en el mismo lugar donde se tomó la de nombrarle a él, adjunto al Defensor del Pueblo. ¡Touché! Pero el enfrentamiento alcanzó su punto culminante, cuando Pardo acusó a Roberto Tajada de faltar a muchas reuniones de la ejecutiva regional, de la que el ex concejal formaba parte. La bronca posterior en la comida llegó porque, al bueno de Paco Pardo se le “olvidó”, aunque lo sabía, que el motivo por el que Tejada faltó a alguna reunión, fue porque se estaba sometiendo a quimioterapia ¡Qué olvido más tonto!

Al margen de esta historia, que no me parece nada baladí, lo cierto es que el PSOE sigue en manos de los mismos perros con los mismos collares. ¿A quién quieren engañar cuando Agustín Moreno, que ostenta la vicesecretaría provincial, sigue moviendo los hilos, junto al ideólogo oculto? ¿Qué renovación puede haber con García-Page como secretario regional y con Matilde Valentín –ahora amiguísima de Bono- en la presidencia? Ni han aprendido nada de su fracaso electoral, ni les interesa lo más mínimo. Lo único que les importa es que los que manejan el cotarro, sigan manejándolo y viviendo de la política.

Y mientras los socialistas siguen a la greña, en Izquierda Unida continúan haciendo experimentos con gaseosa. El último es Izquierda Abierta, el nuevo partido que se ha sacado Llamazares de la manga, integrado en IU. Me huele a aquella Nueva Izquierda, que terminó entregándose al PSOE a cambio de cargos públicos. Ya lo verán. Estos tampoco aprenden.

(10 de marzo del 2012)


Las voces y los ecos

Déficit es la palabra que más estamos oyendo estos días en los medios de comunicación. El diccionario María Moliner define este vocablo como “lo que falta para tener o para que haya de algo que es necesario y conveniente”. Cuando nos hablan de déficit en la tele, se refieren al desequilibrio en nuestra economía, pero hay otro tipo de déficit que padecemos, del que se habla mucho menos. Déficit de valores, de salud, de educación, de confianza, de alegría, de honestidad, de coherencia, de integridad, de justicia, de generosidad, de amor, de humanidad… De todo este déficit no se habla en Bruselas, ni preocupa a los gobiernos, que sólo están pendientes del desajuste económico, de hacer bien los deberes en ese gran parvulario que es la Unión Europea, para que los que se dedican a la política y a las grandes finanzas, puedan seguir disfrutando de sus dorados recreos.

Por el contrario, esta misma sociedad que padece tantos déficits, goza de importantes superávits. Tenemos exceso de enfermedad, de mala educación, de falta de confianza, de tristeza, de dolor, de deshonestidad, de incoherencia, de falta de integridad, de injusticia, de egoísmo, de odio, de deshumanización, de mentiras… Y tampoco se habla en los medios de comunicación ni en los foros internacionales, de este penoso superávit, con el que convivimos a diario. Y así nos ha ido a lo largo de la historia, así nos va ahora, y así nos va seguir yendo en el incierto futuro que tenemos por delante. Porque no existe ninguna reforma en el mundo que pueda hacer que las cosas mejoren, si no tiene en cuenta todo este déficit y superávit social, que no es otra cosa que un reflejo de nuestras propias luces y sombras, como seres humanos.

Miro a mi alrededor y me doy cuenta de lo fácilmente manejables que somos. ¡Cómo nos manipulan y nos manipulamos! Nuestra información, nuestras emociones, nuestras necesidades. Cómo absorbemos ideas que no nos pertenecen, comportamientos que no son los nuestros, pero que están acordes con los “usos sociales”. ¡Y con qué facilidad justificamos lo injustificable! Cómo los que controlan el tinglado –y son muchos, muchísimos, y muy diversos- le dan la vuelta a la tortilla en un periquete, casi sin que nos demos cuenta, como en una especie de abracadabra, que nos lleva a ver lo blanco, negro. O al revés. O nos hacen deslizarnos por un carril, por el que nunca pensábamos transitar. ¡Y nosotros tan contentos! Sacan el trapo, lo mueven un poco delante de nuestras narices, y embestimos. ¡Cómo nos torean!

Quizás a estas alturas algún lector se esté preguntando a qué o a quiénes me refiero. Si estaré diciendo esto por los del PP, los del PSOE o los de IU. No, no se calienten la cabeza. Hablo de todos y de todo. Hablo de la sociedad y de cada uno de los que formamos parte de ella. De las grandes noticias que salen en la tele, y de los pequeños dramas que nunca ocuparán los titulares de los informativos.

Hablo de mantener la independencia de criterio, de no seguir consignas establecidas, vengan de donde vengan. Hablo de procurar ser honesto con uno mismo, y con los demás. Hablo de la vida en general y de la de cada uno en particular. Hablo de no ceder nuestro poder a nadie. De no permitir que decidan por nosotros. En cualquier ámbito de la existencia. De no renunciar a nuestra integridad personal. Hablo, como decía Antonio Machado, de que nos paremos a distinguir las voces de los ecos y entre todas esas voces, escuchemos una: la nuestra. Nuestra voz interior que seguramente está deseando gritar: ¡Basta ya! ¿Cuándo vamos a empezar a vivir de otra manera? … ¡Ea! hoy me ha dado poética. Será porque se acerca la  primavera.

(3 de marzo del 2012)


Se adelantan las Fallas

Este año se han adelantado las Fallas valencianas. La mascletá ha corrido a cargo de la Policía. Tras decidir que iban a apagar el fuego de las protestas estudiantiles con la gasolina de las porras, los “agentes del orden” arremetieron contra los ninots estudiantes, muchos de ellos menores, que sólo se quejaban por no tener calefacción en su instituto. Eso sí, de la manifestación salieron bien calientes.
¡Qué vergüenza! No sé si la exposición de una imagen de Franco en la edición de Arco habrá tenido algo que ver, pero el caso es que esos violentos policías, aunque vistieran de azul, me hicieron recordar a los “grises” de mi juventud. Yo creo que todavía queda en el ADN policial algún gen que se activa en cuanto ven a un grupo de gente que protesta. Sin olvidarnos, claro está, de que son los responsables políticos y los mandos policiales los que dan las órdenes. Aún así, los que pegan son los que llevan las porras. ¿Acaso no tienen capacidad para pensar por ellos mismos? En pleno siglo XXI ya no debería servirnos la excusa de que se limitan a recibir órdenes.

Ni esa excusa ni ninguna otra de las que han esgrimido los responsables políticos del PP, desde el ministro hasta el último mono, justificando la desmesurada actuación policial con rollos macarenos y todo tipo de argumentos contradictorios. No sólo se ríen de nosotros, también nos toman por imbéciles, como si las imágenes que hemos visto en la tele no hablasen por sí mismas. ¡Anda que llamar “el enemigo” a los chavales! ¿Pero en qué país vivimos?... Ya sabíamos que en Valencia los corruptos son para el Gobierno “amiguitos del alma”. Pero no sabíamos, hasta ahora, que los estudiantes eran “el enemigo”. ¡Vaya espectáculo!
También en Albacete el espectáculo pasa por la Subdelegación del Gobierno. Pero aquí no se trata del enemigo, sino más bien de amigos. De colocar a familiares.

Esta institución ha contratado como Jefa de Gabinete a Fátima Torija, esposa del presidente de la Diputación, Francisco Núñez; el mismo que iba a ahorrar prescindiendo, a veces, del coche oficial. Su profesión es la de Fisioterapeuta. Aunque no creo que su curriculum profesional haya influido para la contratación. Imagino que su mayor mérito debe haber sido estar casada con Núñez. 
Está claro que en los puestos de confianza cada partido contrata a quien quiere, y que eso de colocar a familiares y amigos se les da a todos de maravilla. Los socialistas también lo hacían, pero se supone que estas prácticas se iban a terminar cuando gobernase el PP. ¿No es eso lo que nos dijeron? Pues está claro que nos mintieron. Porque este no es el único caso ¡Luego se quejarán de su falta de credibilidad!

Por cierto, hoy declara ante el juez Iñaqui Urdangarín. Su familia dice que el duque sufre “una dura e incesante campaña de acoso y desprestigio social”. Su tía política, mandó callar a los periodistas. Y su suegro ha declarado que la Constitución otorga, sólo a los jueces, la capacidad de juzgar. ¡Pero si no estamos juzgando! La Prensa libre, a pesar de las muchas presiones que padece, sólo está informando y opinando.

Quizás haya que recordar al Rey, a su familia, y a todo el mundo, que la Constitución también ampara el derecho de información y de opinión. Así que, de callarse, nada. Qué más quisieran ellos que todas estas ilegalidades que los jueces imputan a Urdangarín, no se hubieran conocido nunca. O que no hubiéramos visto en la tele, cómo la Policía utilizaba la porra contra los estudiantes en Valencia. Ciertamente, a muchos les gustaría que volviéramos a otros tiempos, cuando se aplicaba la censura. Pero no es mi caso… Así que, honestidad, transparencia, y que cada palo aguante su vela.

(25 de febrero del 2012)


Barra libre

Barra libre para las empresas. Así se podría definir la reforma laboral del Gobierno Popular. Lo miremos del derecho o del revés, el resumen es que será más fácil y más barato despedir y que a los trabajadores se les puede aplicar el famoso refrán de las lentejas: “si quieres las comes y si no, las dejas”. O, lo que es lo mismo: si te gustan las condiciones, bien y si no, ahí tienes la puerta. ¡Hay que ver la de vueltas electorales que hemos dado para llegar a esto! Lo que más me asombra es que nadie, ni siquiera el Gobierno, prevé que esta reforma genere puestos de trabajo. Es más, lo previsto es que siga destruyéndose empleo. ¿Entonces? Esta es la reforma laboral para los trabajadores, sin los trabajadores. Gracias también a la complicidad de los sindicatos con el poder socialista en el pasado, y a su falta de fuerza y credibilidad en el presente.

Como en río revuelto siempre hay algunos que pescan, he leído los consejos que ofrece una consultora para encontrar empleo. Lo primero es no cabrearse cuando te despiden. Ellos lo llaman “recuperar el control emocional”. Lo segundo es no criticar a la empresa que te ha despedido. Ellos dicen que “las actitudes conflictivas y revanchistas, no tienen utilidad práctica”. De hecho, si te despiden, debe ser por razones económicas, y no porque no rindas. ¡Qué consuelo! Finalmente, al margen de otras lindezas, recomiendan “pasar la fase de duelo de la forma más anónima posible”- ¿llorando en casa?- y enviar curriculums a otras empresas, “con un mensaje constructivo y de esperanza”. ¡Increíble! Yo añadiría que los trabajadores despedidos deben pedir disculpas por las molestias ocasionadas, e invitar a comer a los directivos de la empresa… ¿Y no han contemplado que la reforma laboral incluya una cláusula, en la que el trabajador deba pagar por trabajar? ¡Mejor será no darles ideas!

Con este buen rollito social, el partido del Gobierno está hoy en plena celebración de su congreso nacional. Un cónclave que carece de interés informativo, porque es el de un PP victorioso y sin fisuras. Los problemas solo se producen cuando pierden. Lo cual no quiere decir que no exista alguna voz crítica. El que fuera concejal, diputado regional y presidente de este partido en Toledo, César Gómez Benayas, ha publicado en su blog una carta abierta a María Dolores Cospedal, que no tiene desperdicio. Entre otras cosas, dice estar preocupado por la “ausencia de ideas, proyectos, objetivos e imaginación para ilusionar a la gente de esta región”. Añade que los que rodean a la presidenta “han llegado a ese lugar por nadar y guardar la ropa, parapetándose de cualquier compromiso que no sea la supervivencia”. También acusa a Cospedal de “haber perdido todo contacto con la calle” de “falta de empatía con los problemas de la gente” y de tomar decisiones “aderezadas de prepotencia y chulería”. Eso, además de no ver con buenos ojos que compatibilice sus cargos de presidenta regional con la secretaría general del PP. Fuerte ¿no? Sobran los comentarios, porque este señor se expresa muy bien.

Los otros, como en la película de Amenábar, los que transitan por las sombras, siguen sin poder contener su crisis interna. ¡Pues ya verás cuando pierdan las elecciones andaluzas! En el provincial de Albacete, tras la estratégica marcha de Paco Pardo, ya hay tres precandidatos a ocupar su puesto de secretario. El diputado Manuel González Ramos, por el aparato; el ex dirigente Antonio González Cabrera, por los críticos. Y el ex director general, Jesús Perea, en representación de sí mismo. Pues nada, ¡a jugar! Así se entretienen. Luego vendrá el congreso regional, y otra vez elecciones para la ejecutiva local… Ellos en su mundo virtual, y nosotros en el nuestro, mucho más real. ¡Que no decaiga!

(18 de febrero del 2012)


Se ríen de nosotros

Ya me quedo más tranquila. Después de escuchar a su abogado decir que “si Urdangarín ha hecho cosas que no son correctas, pedirá disculpas”, me quedo mucho más tranquila. No esperaba menos de un muchacho tan educado, tan “apañao” y de tan buena familia. ¡Nada menos que la familia real, la que tiene que dar ejemplo! Menos mal que va a pedir disculpas. Pero entre las muchas cosas que no me encajan, como que no llamen a declarar a la infanta Cristina, hay algo que no entiendo. Si dice su suegro que la justicia es igual para todos, ¿por qué el juez no va a grabar las declaraciones de Urdangarin, y sí las de los demás implicados en el proceso? Será que no entendí bien las palabras del rey.

Tampoco me cuadran los elogios a su gestión que ha recibido Zapatero al ingresar en el Consejo de Estado. ¡Por Dios santo! ¿Vivimos en una sociedad que padece alzheimer colectivo, o simplemente hipócrita? El ex presidente socialista ha dicho que pondrá toda su experiencia al servicio de esta institución. No, por favor, que no se moleste… ¿Ahora va a sentar cátedra y a decirnos lo que hay que hacer? Por cierto, ¿para qué sirve el Consejo de Estado, al margen de para que sus miembros cobren cuantiosas sumas? No lo sé. Eso sí, me quedé más tranquila al ver que en el acto de toma de posesión actuó como madrina la ex vicepresidenta, Fernández de la Vega. Quizás Zapatero experimente la misma espectacular transformación juvenil que ella, y se le ponga el cutis como el culo de un bebé. ¡Con lo que rejuvenece dejar la política, no sé por qué se aferran tanto a los cargos…! ¿Y por qué me estaré acordando ahora de esa magnífica novela de Oscar Wilde?: “El retrato de Dorian Gray”. Ni idea, oye.

Y hablando de retratos, más bien de fotos, a veces una imagen sí vale más que mil palabras. Yo no lo hubiera expresado mejor. Me refiero a la instantánea en la que Rubalcaba explica a Rosa Díez, cómo se gana un congreso en el PSOE. Manos al cuello y, directo a la yugular, mientras se aprieta con fuerza. Pues sí, ésta ha sido una práctica habitual en este partido y, por lo visto, sigue vigente: el estrangulamiento al rival. Así que, como ven, de renovación nada de nada. Ni en las formas ni en el fondo. Lo mismo hubiera dado que ganase Chacón. División a tope.

A la candidata la perdió, entre otras cosas -como un “oportuno” reportaje sobre su marido y su entorno que sacó El País- ese exceso de confianza de vender la piel del oso antes de cazarlo. Además de que cada uno de sus gestos, de sus palabras, de su tono de voz, y hasta de los colores que vistió, respondiera a operaciones de imagen. ¡Pues no tienen el colmillo retorcido en la cúpula del PSOE, como para dejarse arrebatar el mando! Esta lucha interna nunca ha sido ideológica, sino por mantener el poder, entre los que ya tenían poder. Los militantes solo votan para refrendar en el puesto a uno o a otro; es lo único que les dejan. Ya se encargan los estatutos de que así sea. Todos los partidos juegan a la democracia, asegurándose de que nada cambie realmente.

Y mientras seguimos discutiendo si galgos o podencos, la vida sigue. Y sigue mal para muchos, que no pueden cubrir sus necesidades mínimas. Según el último sondeo del CIS, el riesgo de pobreza afecta ya al 29,7% de la población. Esta dramática situación me recuerda una viñeta del dibujante  Fontdevila. Aparece Soraya Sáenz de Santamaría, rodeada de micrófonos y cámaras. Una periodista le pregunta: “¿Cuando no les vemos, se ríen de nosotros?” La respuesta es sí. Se ríen de nosotros.

(11 de febrero del 2012)


Lo malo y lo peor

A pesar del frío, Sevilla está que arde. Me refiero al congreso del PSOE que hoy elegirá a su secretario/a general entre lo malo y lo peor. O lo que es lo mismo, entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón. Hasta la votación de esta mañana, nada está decidido. Y esa sí es una novedad en los cónclaves socialistas, desde el año 2000, en que todo el mundo daba por ganador a Bono, y salió elegido Zapatero… ¿Se acuerdan de Zapatero? ¿Cuántas nubes habrá contado desde que bajó de ellas y se instaló fuera de la Moncloa? Más entretenido sería contar los parados que ha dejado, infinitamente más numerosos que las nubes. Pero no creo que él, ni los que aspiran a ocupar su puesto dentro del partido, se vayan a detener en esas minucias. Lo que hacen en este congreso es practicar el “ombliguismo”. Además de ejercer presiones “ilegales, ilícitas e inmorales”, según han denunciado ellos mismos. ¡Y eso que la lucha es entre compañeros, qué no harán con los rivales!

Sea cual sea el resultado de la votación, es evidente que los socialistas están más divididos que nunca. Me consta que la lucha interna es brutal. Hay muchos intereses en juego. No se trata solo de conseguir un cargo orgánico. Lo cierto es que muchos militantes de base se han quedado con la frustración, la decepción y las ganas de tener más opciones para elegir, que entre Rubalcaba y Chacón. Insisto, entre lo malo conocido y lo peor por conocer. Da la impresión de que los desastrosos fracasos electorales de mayo y noviembre, no han enseñado nada a los dirigentes de este partido. Por eso resulta fácil vaticinar que este congreso se cerrará en falso y que en la larga travesía del desierto que han iniciado, aún existen muchas batallas pendientes. Aunque mañana se den besos y abrazos, y parezcan encantados de haberse conocido, no se lo crean. Es solo una falsa imagen de unidad, de cara a la galería y a la propia militancia.

En lo que no hay discrepancias es en los sueldos. Alucina ver, junto a la millonaria cifra de parados, los ingresos millonarios que figuran en la declaración de bienes de nuestros dirigentes regionales del PP y del PSOE. Aquí hay pocas diferencias ideológicas. La pela es la pela y, como dice el refrán: “ándeme yo caliente, y ríase la gente”. Lo que pasa es que la gente no se ríe cuando comprueba que la presidenta, María Dolores Cospedal, declara unos ingresos netos anuales de 168.000 euros y su antecesor en el cargo, José María Barreda, superó los 85.000, con un saldo medio bancario de 430.000 euros. Todo ello sin entrar en otros detalles patrimoniales. Claro que tampoco está mal que el “sindicalista” de Comisiones Obreras, Juan Antonio Mata, haya percibido, como presidente del CES, 54.000 euros netos, durante 2010. Mejor aún es el sueldo del chófer del ex presidente José Bono, que cobró de la Junta de Comunidades más de 44.000 euros netos. El silencio se paga caro.

Mientras no se acaben todos estos privilegios, los políticos seguirán estando a años luz de los ciudadanos. Lo mismo da que nos vendan divorcios y bodas ante notario, o ante Mickey Mouse. O que cambien un libro de texto, cuando lo que deberían hacer es revisar todo el sistema educativo, que es un auténtico fracaso, no tiene interés para los alumnos, y está orientado a crear ciudadanos  obedientes, en lugar de enseñarles a pensar por sí mismos y a afrontar la vida con creatividad… Supongo que el Gobierno está desaforado, presentando medidas vistosas, pero de escasa relevancia, para contentar a su clientela y conseguir que el resto nos olvidemos de cómo nos han mentido, haciendo lo que no iban a hacer: subir los impuestos. ¡Lo llevamos claro!

(4 de febrero del 2012)


Dudas razonables

Un jurado popular ha absuelto al ex presidente valenciano del PP, al considerar que no se ha probado que recibiera regalos de la “trama Gürtel”. El famoso juicio de los trajes, que sentó a Franciso Camps y a Ricardo Costa en el banquillo, se ha saldado con una sentencia que considera a ambos “no culpables”. Si el juicio ya fue bastante kafkiano, la sentencia lo es todavía más. Por lo visto, cinco de los nueve miembros del jurado han visto “dudas razonables” sobre la culpabilidad de Camps, y han optado por la absolución. Pues vale.

Lo cierto es que yo también tengo “dudas razonables” sobre esta sentencia. Carezco de conocimientos jurídicos, pero sí tengo oídos para escuchar y ojos para ver, y me pregunto ¿qué ha sido de las grabaciones que se escucharon en el juicio? ¿Y los documentos que aparecieron en las pantallas, vinculando a Camps y Costa con los famosos trajes? ¿Y los talones con cifras que coincidían con las cantidades que costaban esos trajes, y que fueron pagadas por una red llamada Gürtel? ¿Y los testigos? ¿Qué significa eso de que la relación del ex presidente valenciano con esta trama era “comercial”. ¿Tampoco tenía Camps nada que ver con las adjudicaciones que hacían sus consejeros? ¡Por favor! Puede que una parte del jurado popular haya considerado a Camps y a Costa “no culpables”. Pero yo dudo de que sean inocentes. De todas maneras, tampoco me sorprende excesivamente el resultado de este juicio kafkiano, que ha sentado un triste y lamentable precedente.

También tengo “dudas razonables” sobre los recortes que están afectando a institutos y colegios de nuestra provincia. Mientras el consejero de Educación, Marcial Marín, se preocupa por mejorar y promocionar la fiesta de los toros –la España de charanga y pandereta, que diría el poeta- hay colegios que no tienen para comprar bolígrafos, ni folios, ni papel higiénico. Y que tendrán dificultades para pagar las facturas de la calefacción o el teléfono… Como siga así la cosa, vamos a tener que aplicar el “método Gila”. Es decir, mandar a los niños al cole ya calientes desde casa, y con sus necesidades hechas. Aunque siempre podemos, junto al bocadillo,  incluirles un rollo de papel higiénico en la cartera, que total, no pesa nada, y hasta les puede servir como sustitutivo de los folios. Luego lo pueden “reciclar” en el wc y así ahorramos todavía más.
Y siguiendo con mis “dudas razonables”, me pregunto qué quiere decir exactamente el gobierno municipal del PP, cuando pretenden que el mercadillo de Los Invasores “tenga relevancia internacional” ¡Toma ya, eso es visión de futuro! Porque, con la marcha de paro que llevamos,  cuando cierre todo el comercio que queda abierto, en algún sitio tendremos que comprar. ¡Válgame Dios! Pues nada, que los declaren Patrimonio de la Humanidad, como las pirámides de Egipto o la mezquita de Córdoba.

Francamente, cada vez se me acumulan más “dudas razonables” sobre los recortes que está llevando a cabo el PP para ahorrar. Se me ocurrirían muchas, muchísimas partidas, en las que podrían aplicar esos recortes. Empezando por ellos mismos, sus asesores, cargos de confianza o el dinero que destinan al mantenimiento de los grupos políticos –de todos- los que tienen representación en el Ayuntamiento. Está claro que la cuerda siempre se rompe por el lugar más flojo. ¿No sería conveniente que establecieran una clara diferencia entre lo esencial y lo superfluo, entre lo importante y lo accesorio? ¡No creo que sea tan difícil!... Pero no veo que lo hagan. Cada vez tengo más “dudas razonables”. Como el jurado que ha declarado “no culpable” a Camps. Y si el ex presidente de la comunidad valenciana llegó a considerarse en el juicio como el santo Job, los recortes del PP en Educación propician que nuestros hijos sean los santos inocentes.

(28 de enero del 2012)


División en el PSOE

La asamblea del PSOE, para renovar la ejecutiva local, puso de manifiesto la división interna que existe en este partido. Ganó la lista del aparato –como siempre- pero esta vez obtuvo sólo 16 votos más que la de “Socialistas por el cambio”. Este grupo, por cierto, cuenta con militantes que no se han caracterizado por su voz crítica dentro del partido… hasta la derrota, claro. En cuanto a los delegados para el congreso federal, también hubo escasa diferencia de votos, por lo que estarán en Sevilla miembros de las dos candidaturas. Supongo que irán juntos, pero no revueltos. Quizás porque ya no están los tiempos para que los socialistas tengan tan prietas las filas como antaño. Ahora han pasado del “sí bwana” de su organización monolítica, al servicio del aparato, a estar claramente divididos.

Aunque hay algunos que no aprenden, se aferran a los viejos modos, y siguen siendo más papistas que el papa. Como en el PSOE de Hellín, donde acordaron apoyar la candidatura de Emiliano García Page, a la secretaría regional, “en caso de que la hubiere” ¡Toma ya! Eso de apoyar a alguien, que ni siquiera se ha postulado aún para el puesto, por si acaso se presenta, denota unas dotes de clarividencia que, obviamente, los socialistas hellineros no supieron aprovechar para mantenerse en el poder municipal… No escarmientan.

De todas maneras, insisto, en Albacete ganó la candidatura  continuista de Modesto Belinchón, gracias, quizás, a las numerosas afiliaciones al partido que los responsables del aparato han llevado a cabo en los últimos meses. Así se entiende mejor que una asamblea que los militantes críticos pidieron en mayo, se haya celebrado siete meses después. Es obvio que así daba tiempo para que pudieran votar los afiliados recientes. En fin, nada nuevo bajo el sol, las triquiñuelas de siempre. Los mismos perros con los mismos collares. A nivel nacional, también se acentúa la división interna. Rubalcaba sigue dando clases a los militantes, mientras que Chacón sigue dando besos, y se los lleva de cañas al bar donde iba Pablo Iglesias. ¡Madre mía, si este pobre hombre levantase la cabeza, se volvía a morir del susto al comprobar en lo que se ha convertido su partido! De cualquier manera, no veo debate de ideas por ningún sitio. ¡Tampoco me  extraña! La única idea fija que han demostrado tener muchos cargos socialistas es la de seguir mamando de la teta política, que lleva tantos años alimentándoles.

A otros, sin embargo, les ha dado por la lectura. Es el caso del popular Francisco Camps, que mientras permanece en el banquillo lee un libro, de un antropólogo francés, que tiene un título tan sugerente como “La ruta antigua de los hombres perversos”. Muy apropiado… Aunque, por lo visto, la parte que más le interesa al ex presidente de la comunidad valenciana, son las referencias a la traición que hicieron sus amigos al santo Job. ¡Válgame Dios, si ahora resulta que va de víctima! Yo creo que de tanto probarse trajes, de tanto admirarse en el espejo, de tanto regalo caro como ha recibido y de tanto creerse el rey del mambo, a este hombre se le ha ido la olla. Eso tiene un nombre en psiquiatría… Aunque no sé quién tiene más delito, si él, o los que lo han estado apoyando con sus votos.

Vuelvo a lo de siempre. Mientras sigamos votando a los corruptos, a los que practican el tráfico de influencias, a los que se aprovechan de sus cargos públicos para enriquecerse, a los que se sirven de la política para vivir del cuento, a los que utilizan el poder para machacar a los que no piensan como ellos, mientras sigamos aplaudiéndolos,  mirando para otro lado o imitando sus comportamientos en nuestra vida cotidiana, ¿de qué nos quejamos? ¡Un poco de coherencia, porfa!

(21 de enero del 2012)


Plumas mercenarias

Está bonico el patio. No se puede poner la tele sin que nos hablen de algún caso de corrupción. Y todo ello mientras nos siguen pidiendo que nos apretemos aún más el cinturón. La gente está harta de ver cómo los urdangarines, y otros políticos de turno, se han enriquecido a costa del dinero público, dejando el país hecho un erial. Para colmo, Gobierno y PSOE se han enzarzado en el Parlamento en una disputa sobre quién ha mentido a quién, con relación a la situación económica que tenemos y que, según los populares, les han obligado a adoptar medidas que no querían. Ya ves ¿Pero de qué van éstos? Está claro: todos mienten. Unos en unas cosas, otros en otras… A estas alturas de la película, ver ahora a Rubalcaba como inocente salvapatrias y a Rajoy escondido en el banco azul, con cara de póker, como si la cosa no fuera con él, no tranquiliza demasiado. ¡Lo llevamos claro!

Tampoco tranquilizan mucho los casos de corrupción que se están juzgando. El ex ministro del PP, Jaume Matas, comprando con dinero público a un periodista, que le escribía los discursos, y luego él mismo los elogiaba como columnista de El Mundo, es de lo más casposo y patético que he visto. Aunque les aseguro que no es el primer colega que, de tapadillo, haya escrito y asesorado a algún político -cobrando, naturalmente- y luego lo ha elogiado en sus artículos. ¡Hay muchas más plumas mercenarias de las que la gente piensa!... Aunque no creo que hayan cobrado tanto como el tal Alemany. ¡Vaya joya!

Y si no el ex director general de empleo de la Junta de Andalucía, el socialista Francisco Javier Guerrero, que en lugar de destinar los fondos a la creación de empleo, le daba el dinero a su chófer para cocaína y fiestas. Lo que me pregunto, con relación a todos estos casos es: ¿quién asume la responsabilidad política de toda esta corrupción que se ha instalado en este país? La desvergüenza campa por sus respetos, pero nadie dimite nunca. Y que no me vengan con eso de que el estado de derecho funciona, porque estos casos se están juzgando. Si de verdad funcionase, saltarían todas las alarmas cuando algún corrupto intentase aprovecharse. Y no es así.

En medio de todo este bonito panorama, el PSOE sigue su proceso para elegir nuevo líder con sus dos candidatos, Rubalcaba y Chacón, tirándose puyitas. Mientras llega el congreso federal, los socialistas de Albacete tienen hoy un día completo. Supongo que les habrán dado a los militantes un manual de instrucciones, para que se aclaren sobre la cantidad de cosas que tienen que votar, en sesiones de mañana y tarde. Lo más destacado es la renovación de la ejecutiva local. Gerardo Gutiérrez, ex director general del Sepecam opta a la secretaría, en representación de  “Militantes socialistas por el cambio”, tras vencer en votación al ex concejal de Urbanismo, Roberto Tejada. Gutiérrez se tendrá que enfrentar a un candidato de continuidad, como es Modesto Belinchón. Entre ex cargos públicos anda el juego.

Precisamente a Belinchón – junto con Paco Pardo y Agustín Moreno- le señalan como responsable del despido improcedente de una trabajadora del PSOE, Mari Carmen Molina, que se llevaron a la Diputación y al perder esta institución, con menos puestos para repartir, no volvieron a contratarla en el partido. Molina les ha ganado una demanda y, o la indemnizan con 30.000 euros, o tienen que readmitirla. De cualquier manera, no será éste el asunto más grave que tendrá que enfrentar la nueva ejecutiva local socialista. Suponiendo que sea nueva, porque si son los mismos perros, con distintos collares, les va a resultar difícil convencer a su electorado de que las cosas han cambiado. Les hace falta mucho más que un lavado de cara. Ellos mismos.

(14 de enero del 2012)


Engañados

Otra vez el péndulo. Hemos pasado del idealismo idiotizado de Zapatero y de su afán de ver brotes verdes, donde sólo había pedregal, al pesimismo machacón de los populares, que no paran de anunciarnos que todo está mal, muy mal, y aún se pondrá peor. ¿No sería posible un poco de equilibrio entre el agua helada y la que hierve? Creo que nos vendría bien practicar la templanza. Templar ánimos, poner un poco de distancia entre lo que nos cuentan y lo que sentimos de verdad, y comprobar que, entre el día y la noche, hay muchas horas por medio. ¡Porque vaya monserga nos están pegando, a todas horas, con los recortes y lo mal que va la economía!

Desde que empezó el año he comprobado que la serenata diaria de pintarlo todo negro, termina afectado el ánimo de la gente. Muchas personas confiesan sentir inseguridad y miedo ante el futuro. ¡Pues ojo, porque el miedo ha sido siempre la mejor arma que han utilizado los poderes para controlar a la gente! ¿Quién dijo miedo? ¿Miedo de qué? Sólo hay que temer al propio miedo. Es cierto que muchas personas están pasando por situaciones difíciles pero, en definitiva, no hay nada importante que nos puedan quitar. Nos pueden tocar el bolsillo, incluso las narices pero, si no se lo permitimos, no pueden arrebatarnos la alegría de vivir; un sentimiento que surge de dentro. Quizás parezca una frase manida, pero es verdad que la fuerza reside en nuestro interior, al margen de las circunstancias externas. ¡No nos dejemos avasallar por los malos augurios!

Además de los que tienen miedo al futuro, están los que se consideran políticamente engañados. ¡Válgame Dios! Con la información de la que disponemos, con Internet, y con la experiencia democrática que tenemos, el que se sienta políticamente engañado debería hacérselo mirar. Recuerdo que Julio Anguita –uno de los pocos políticos que admiro, por su coherencia personal- solía abroncar a los ciudadanos después de un periodo electoral. El ex dirigente comunista venía a decir: ¿qué queréis? ¡esto es lo que habéis votado! Pues eso digo yo. ¿A qué viene ahora ese rasgarse las vestiduras, por parte de los que han dado el poder al PP? Claro que siempre es más fácil sentirse “engañado” y echarle la culpa a otro, que asumir nuestra propia responsabilidad en todo lo que pasa. Sea  a nivel personal, político o social.

Otra cosa que me choca en estos días, es leer declaraciones del caso Urdangarín, en las que, los que pagaban a este señor con dinero público, dicen que “se vieron obligados a hacerlo”. ¿Cómo que se vieron obligados? Deberían haberlo denunciado públicamente y en los juzgados. En estos supuestos de corrupción –como en casi todo- siempre hay dos partes. Unos que cogen el dinero, y otros que pagan. El problema aquí es que los han pillado y se ha quebrado su tradicional impunidad.

Por desgracia, hay muchas formas ilícitas de actuar que forman parte, hasta la médula, de la cultura en este país.  Pero claro, mientras sigamos aplaudiendo a reyes, venerando a políticos incompetentes, votando a los corruptos y justificando el moderno derecho de pernada de los actuales nobles y poderosos –que ya no pasa por la violación, sino por el enriquecimiento ilícito y los paraísos fiscales- todo lo que nos pase es poco. Yo diría, como Anguita, que tenemos lo que nos hemos buscado… Aunque muchos no nos lo merezcamos, y algunos pretendan ahora sentirse engañados.

Por cierto, hablando de engaños, me da un ataque de risa cuando escucho a los salvadores del PSOE pidiendo ahora limitación de mandatos, no acumulación de cargos públicos… etc. Estaría genial si no fuera porque lo piden los mismos dirigentes que llevan años practicado todos estos comportamientos… y otros peores. ¿También se sienten engañados?

(7 de enero del 2012)



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